Editorial: Europa se prepara para seguir a Draghi
La acción del BCE no funcionará si la UE y los Estados miembros no hacen también su trabajo, como advirtió Mario Draghi. Parece que sus palabras no han caído en saco roto y París y Berlín preparan un plan de inversión para reforzar la actividad económica. Se trata de complementar los 300.000 millones que prometió impulsar Juncker desde Bruselas.
Aunque los detalles aún están por concretar, Europa no está en condiciones de perder el tiempo. Bien lo sabe Alemania, que empieza a considerar que su superávit fiscal tiene que expandir la economía alemana para que sirva de motor al resto de la UE. Merkel sólo pone una condición: que los Estados prosigan con las reformas estructurales. Esa es la imprescindible tercera parte del plan.