Cuando uno habla con gestores expertos en el stock picking, la selección de los valores que integrarán una cartera de inversión, la conclusión que extrae es que, en la mayoría de los casos, gustan más las empresas que fabrican o desarrollan componentes que serán de gran importancia en el funcionamiento de un producto final. | Tome sus decisiones con Ecotrader, el portal de estrategias de inversión de 'elEconomista'
Es este el caso de los semiconductores, materiales aislantes que, cuando se le añaden ciertas sustancias o en un determinado contexto, se vuelven conductores, como el selenio, el germanio y el silicio (silicon, en inglés).
Hoy, la batalla mundial por el liderazgo en áreas como la conectividad y la automoción, que involucra a todo tipo de industrias, tiene en los materiales semiconductores lo que el cemento es a los cimientos de un edificio. El mundo se mueve ya al son de la cuarta revolución industrial, una revolución en la que Estados Unidos y China ya están plantándose cara uno a otro.
El índice de Philadelphia de semiconductores es una de las grandes referencia del sector para conocer el estado de la industria; y, si se observa la escalada que ha experimentado desde los mínimos de diciembre con una subida que roza el 50%, al menos se puede concluir que el interés de la comunidad inversora ha ido in crescendo hasta impulsar al índice, conocido por las siglas SOX, a su zona de máximos históricos en los 1.589 puntos.
De las diecinueve compañías que producen semiconductores, entre las que tienen un tamaño en bolsa superior a los 10.000 millones de euros, nueve reciben una recomendación de compra del consenso de mercado que recoge FactSet. La mejor, o la más clara, es de Marvell Tecnhology, uno de los valores que forma parte del índice Eco30 y de la cartera actual de elMonitor; pero también tienen un consejo de comprar las también estadounidenses Broadcom, Infineon y Nvidia, la asiática Taiwan Semiconductor Manufacturing y la europea STMicroelectronics.
Sin embargo, por lo baratos que se compran sus beneficios destaca Micron Technology, cuyo multiplicador de ganancias es de 6,8 veces a precios actuales, según la estimación para 2019, frente a la media de 21,5 veces de las compañías con mayor capitalización bursátil del sector.
En cuanto a la generación de beneficio bruto (ebitda) en relación a la deuda, las firmas de semiconductores que sobresalen por su baja deuda son Microchip Technology, Broadcom, Analog Devices, NXP Semiconductors y Marvell, frente a otras como Nvidia o Xilinx más endeudadas.
Los semiconductores desempeñan un papel notable en las tecnologías del futuro, como la inteligencia artificial, computación cuántica, redes inalámbricas avanzadas (por ejemplo, el llamado Internet de las Cosas o la robótica).
Las empresas estadounidenses de materiales semiconductores dominaron casi la mitad de los 469.000 millones de dólares de ingresos que movió este mercado específico en 2018, según aseguran desde la Semiconductor Industry Association.
Y desde este lobby con sede en Washington, que agrupa tanto a IBM como a Samsung y Marvell, ya están advirtiendo de que Estados Unidos, el país que ha conservado el liderazgo indiscutible en el mundo en materia de semiconductores, está perdiendo posiciones a marchas forzadas.
"Mientras que Estados Unidos domina [la industria] en el mundo con casi la mitad de la cuota de mercado, gobiernos extranjeros están tratando de desplazar el liderazgo estadounidense por medio de enormes inversiones públicas tanto en producción con fines comerciales como en investigación científica", señalan en su último informe, publicado este mes de abril.
Con el dedo acusador, apuntan que "el Gobierno chino ha anunciado esfuerzos para invertir algo más de 100.000 millones de dólares en la próxima década para acortar posiciones con Estados Unidos en la tecnología semiconductora, la inteligencia artificial y la computación cuántica". Y concluyen: "aunque China podría no alcanzar todos estos objetivos, el tamaño y la envergadura de este esfuerzo no debería ser ignorado".
Hace tiempo que algunos de los mejores valores del sector forman parte, o lo han hecho antes, de las estrategias abiertas en Ecotrader. Es el caso de la holandesa ASML, Analog Devices, AMD, Nvidia, Marvell, Micron y Skyworks Solutions.
De todas ellas es Marvell Technology la que recibe el mayor respaldo del consenso de analistas: un 88,5% de 26 expertos aconseja adquirir sus títulos. Además, Marvell será la que más verá crecer su beneficio neto entre 2019 y 2021, en concreto, un 77%, hasta superar los 958 millones de euros tras pasar de pérdidas a ganancias entre 2018 y 2019. (En 2018, declaró unas pérdidas de 153 millones).
No obstante, el resto también prevé registrar pingües beneficios entre 2018 y 2021, esta vez. ASML y Analog Devices ganarán un 67% más en el periodo, según el consenso del mercado, Skyworks Solutions aumentará su beneficio neto un 64% y Nvidia, un 25%. En cambio, Micron lo verá disminuir en torno a un 60%.
Al calor de la pujanza de China y los planes de America First (América Primero) de Donald Trump, las compañías europeas de semiconductores también exigían a mediados del año pasado la movilización de más dinero europeo para competir con los gigantes estadounidenses y asiáticos de componentes electrónicos y fotónicos.
En junio de 2018, un informe del lobby que defiende los intereses de la industria llegó a la Comisión Europea, con la petición de que se aumentase la inyección de fondos públicos al programa de investigación de estos materiales que la UE puso en marcha en 2014. Las empresas del sector querían doblar los fondos disponibles hasta los 10.000 millones de euros para los próximos años.
No obstante, apuntan desde Reuters, "la industria electrónica europea de 280.000 millones de dólares se está recuperando tras años en declive", y ponen el ejemplo de la alemana Infineon, que anunció hace unos meses que construiría una planta en Austria por 1.600 millones.
A finales de 2018, la Comisión Europea movió ficha y anunció la creación de un proyecto común entre Alemania, Francia, Italia y Reino Unido para la investigación en microelectrónica. Los cuatro países aportarán 1.750 millones de euros en conjunto durante los próximos años para este proyecto, que tiene el objetivo de desbloquear otros 6.000 millones de euros de inversión privada, hasta 2024.
Por el momento, serán 29 los participantes directos, tanto empresas de fabricación como organismos científicos, los que llevarán a cabo unos 40 subproyectos interrelacionados -entre ellos, Infineon, STMicroelectronics y Osram-. El objetivo, según señalan desde la Comisión Europea, es hacer posible el desarrollo de componentes para chips, circuitos integrados y sensores que puedan ser integrados en aplicaciones posteriores, como las baterías eléctricas en los vehículos autónomos.