El consumo de comida rápida, comúnmente conocida como comida basura, se ha extendido rápidamente a lo largo del mundo. La rapidez en la elaboración, su bajo coste y los ingredientes utilizados que la hacen muy apetecible han provocado que esté prácticamente presente en todo el globo. Precisamente, la expansión y popularidad de este tipo de comida ha contribuido enormemente a la considerada como epidemia de la obesidad.
A este respecto, el número de personas con problemas de peso se ha triplicado desde 1975. Mientras que más de 650 millones sufren obesidad, más de 1.900 millones tienen sobrepeso, según datos de la Organización Mundial de la Salud.