El 2018 pasará a la historia como uno de los peores años de bolsa para los principales mercados de renta variable en Europa y EEUU. Sólo un 28% de los valores más relevantes del mundo -aquellos que cotizan en el Stoxx 600 y en el S&P 500- han acabado el ejercicio cotizando por encima del precio con el que lo empezaron. Y eso es algo que no hace sino ensalzar el comportamiento de las compañías que han conseguido salvarse de la quema.
Es el caso de Amazon, que lo ha conseguido por méritos propios. Los títulos de la compañía se han revalorizado desde el primero de enero en más de un 25%. Y lo han logrado, haciendo oídos sordos al ruido que ha generado el desplome del mercado en su conjunto en las últimas semanas, y centrándose en la mejora de expectativas de beneficio que los analistas le otorgan de cara al futuro más inmediato.