Ni rastro de la típica tregua navideña que tradicionalmente se ha dado entre inversores en las bolsas europeas y norteamericanas durante el mes de diciembre. Este año solo se ha podido ver nerviosismo y unas ventas masivas que han acabado desembocando en un desplome que puede acabar teniendo dimensiones mundiales.
De hecho, salvo milagro de Nochevieja (hoy las bolsas europeas abren solo media sesión), el Ibex 35, que pierde un 15,4% en 2018, cerrará su peor curso bursátil desde 2010, y comenzará 2019 pendiente de que Wall Street aguante sobre los mínimos del año para no destapar un margen de caída del 10% hasta el suelo de 2016, los 7.579 puntos.