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No disputar el 'sprint' final del ciclo implica dejar ir rentabilidades de hasta el 35%

8:35 - 6/12/2018
  • Es la media de subida del S&P 500 desde los 2 años anteriores a las recesiones económicas de las últimas décadas
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Se acumulan los indicadores que anuncian una crisis económica. El último en adelantarlo es uno de los que más en serio se toma el mercado: la curva de los tipos de la deuda soberana de Estados Unidos, que ha caído hasta niveles en los que adelanta una recesión en los 2 próximos años. De hecho, una desaceleración en el corto plazo ha sido admitida ya por instituciones como el FMI, el Banco Mundial, la OCDE o el BCE y por la mayoría de grandes bancos de inversión. Y la gestora de uno de ellos, JP Morgan, ha aprovechado para recordar que las bolsas "pueden generar fuertes rentabilidades positivas en el periodo previo a una recesión en Estados Unidos".

Según la entidad financiera norteamericana, no disputar el sprint final del ciclo económico implica dejar ir rentabilidades de hasta el 35%. Esta cifra se corresponde a la media de rentabilidad del S&P 500, el índice de referencia en Wall Street, de los dos años anteriores a un pico de mercado desde 1960, según los cálculos del equipo de analistas de JP Morgan, que añade que "los inversores han perdido unas ganancias de algo más del 18% -ver gráfico-" si salieron antes de los 365 previos a un techo de mercado.

"Estos datos históricos subrayan el riesgo de (precisamente) quitar riesgo a las carteras demasiado pronto", incide la gestora, que, eso sí, reconoce que "cuando el mercado comienza a descontar una recesión, la renta variable se resiente" y que "dada la dificultad de identificar exactamente el momento de máximos y mínimos del mercado, los inversores deberían considerar evitar sobreponderaciones significativas en renta variable en la última parte del ciclo económico".

En la misma línea, Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal, comenta que "por norma general, para obtener mayores rentas, se debe asumir mayores riesgos, y es interesante ver cómo los inversores que describen sus conocimientos de inversión como avanzados o de nivel experto tienen más posibilidades de exponerse más". "La historia desde ahora hasta que realmente sea el final del ciclo será la historia de pequeños accidentes cada vez más frecuentes que vayan creando volatilidad, pero va a llevar tiempo hasta que los actores económicos sientan realmente el pánico", coincide también Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.

"Los inversores deberán mantener sus inversiones durante más tiempo del que están acostumbrados", continúa la experta de Schroders. Sin duda, es una conclusión que corroboran los datos, sea cual sea el índice que se estudie. El Ibex 35 repuntó un 53% de noviembre de 2005 hasta que marcó su alto histórico el 8 de noviembre de 2007, dos años después, aunque es cierto que entonces todavía se desconocía la magnitud de la crisis y que las ganancias fueron mucho menores en periodos previos más cortos: de un 13% en 365 días, de un 9,5% en seis meses y de un 6,3% en 3.

Por otra parte, hay que tener en cuenta los sectores cíclicos son los primeros en sufrir las consecuencias de los malos augurios. Una realidad que ya se ha visto en las estimaciones de beneficio de las empresas europeas: desde que empezó el presente ejercicio, los analistas han mordido entre un 3,5 y un 10,7% las estimaciones de beneficio por acción (bpa) de cara a 2019 de las industrias del ocio y los viajes, de la publicidad y los medios de comunicación, de los bienes y servicios industriales, de los bancos, de los automovilísticas y fabricantes de componentes y de la tecnología.

Las excepciones entre los sectores cíclicos son las compañías relacionadas con las materias primas y con la vivienda y las infraestructuras, a las que los expertos han mejorado, en conjunto, las previsiones de ganancias, destacando las petroleras y gasistas, a las que se las han incrementado un 25%. En conjunto, teniendo en cuenta estas singularidades, la rebaja de la previsión de ganancias para las industrias que dependen de la marcha de la economía es del 2,5%.