Un estudio del año 2015 llevado a cabo por el Zoológico del Bronx y la Universidad de Edimburgo, sugiere que los gatos tienen personalidades parecidas a las de los leones africanos y cualquiera que busque por internet encontrará ingentes cantidades de fotos de estos mininos vestidos con melenas de león. Pero lo cierto es que usted jamás escuchará a un gato rugir como el rey de la selva y en el caso de la bolsa el inversor también está muy lejos de oír esos rugidos y se tendrá que conformarse con bufidos.
Aunque el índice se disfraza de león con el beneficio neto (se espera que en 2020 bata su récord histórico de ganancias del año 2008 al alcanzar un resultado conjunto de 53.400 millones), la verdad es que el accionista tendrá que conformarse con un beneficio por acción (bpa) de un tamaño mucho más reducido. Según datos de FactSet, el Ibex alcanzó su bpa histórico en el año 2008, con 1.231 euros. Para este año se estima que el índice se quedará un 38% por debajo -con 759 euros-. Para 2020 -cuando batirá su marca histórica por resultado neto- las estimaciones apuntan a un bpa de 862 euros, un 30% inferior a su cota más alta.
Estos guarismos son aún más desoladores para el inversor cuándo se mira lo que sucede en otros índices del Viejo Continente o al otro lado del Atlántico. El consenso estima que el S&P acabará 2018 un 84% por encima del pico de beneficio previo a la crisis económica. El Dax alemán se situará un 58% por encima y el EuroStoxx y el Cac francés quedarán un 15 y un 11% por debajo. Desde su récord de beneficio muchas de las cotizadas que formaban parte del índice español por aquel entonces se han integrado en otras firmas y otras han abandonado el selectivo después de años muy complicados. Pero, ¿dónde estaban y dónde están los 10 gigantes del índice español?
Una de las pocas compañías del Ibex que han sido capaces de generar valor al accionista de manera constante -a pesar de los tambaleos de los últimos meses- ha sido Inditex. La compañía ha aumentado su bpa (ajustado al split realizado en 2014) a un ritmo anualizado del 10 por ciento durante la última década. Esto le ha valido para multiplicar por más de 4 su capitalizacón de 2008 y a convertirse en la mayor firma del Ibex.
De cara al periodo 2018-2020 se espera un incremento del beneficio anualizado del 9% mientras el mercado sigue centrado en el potencial del negocio online. De hecho, el pasado miércoles sus títulos saltaron un 5% después de que lanzase su tienda global de Zara en 106 nuevos mercados. "Creemos que su rentabilidad online es al menos tan buena como en tienda", explican en RBC Capital Markets.
La entidad cántabra ha sido una de las cotizadas que más se ha transformado durante la última década. En el año 2008 en el Ibex cotizaban Banesto y Banco Popular, dos entidades que ahora forman parte del Grupo Santander. Por el camino la entidad ha ampliado capital en un 90% -entre los pagos en scrip y las ampliaciones al uso-. Aunque en 2020 batirá su récord de beneficio neto, ese mismo año se quedará un 54% por debajo en bpa. Con este historial, desde el cierre de 2008 sus acciones sufren un descenso del 36%, si bien los dividendos salvan los muebles y lo convierten en una rentabilidad del 34%. Con sus títulos cotizando con un descuento del 28 por ciento por valor contable se gana un consejo de compra para el consenso de mercado.
Aunque menos que para otras compañías, las cosas también han cambiado para Iberdrola. En el año 2008 cotizaba también en el Ibex su filial de renovables, con la que se fusionó en 2011. La compañía logrará beneficios históricos en el año 2019, pero tampoco será capaz de batir su récord de beneficio por acción tras haber ampliado capital en un 24%. Los 0,5 euros por acción previstos en 2019 se quedan un 12% por debajo del bpa logrado en 2008. Con todo, sus títulos se encuentran un 15% por encima del precio al que se movían por entonces, además de los dividendos que ha ido repartiendo la compañía por el camino. Incluyendo el pago de dividendos el rendimiento obtenido por el inversor alcanzaría el 70%, un 5,5% anualizado.
En el caso de Telefónica el algodón no engaña y ni el resultado neto ni el bpa se encuentran cerca de máximos históricos. En el año 2010 la teleco logró anotarse un beneficio de 10.167 millones de euros y un bpa de 2,25 euros por título. Para 2018 se estima que sus ganancias por título se queden en los 0,69 euros. Así las cosas, en la última década el precio de sus títulos ha retrocedido un 51%. En todo caso, la compañía ha distribuido 8,7 euros desde que acabó el año 2008 hasta ahora, por lo que el accionista habría obtenido una tímida rentabilidad del 6% en este periodo.
A pesar de que por beneficio neto la fotografía deja peor parado al BBVA que a Santander, ya que en el caso del primero no se espera que logré batir su récord histórico, bajando a la línea del beneficio por acción existen pocas diferencias entre ambas entidades. Tomando como referencia el bpa esperado en 2019 ambas se encuentran un 57% por debajo del máximo alcanzado en 2007. La entidad todavía presidida por Francisco González -se despedirá en diciembre- ha ampliado el número de acciones un 65% desde 2008 y sus títulos sufren un retroceso del 41% desde el cierre del año. Teniendo en cuenta los dividendos repartidos en la última década -3,47 euros- el inversor borraría las pérdidas.
La que es ahora sexta compañía del Ibex por capitalización ni siquiera cotizaba hace 10 años. En diciembre del año 2005 la junta general de Amadeus aprobó la exclusión de la negociación de Amadeus IT Holding y no sería hasta 2010 cuando la empresa volvería al parqué para completar una historia de éxito. Desde que comenzó su andadura la compañía ha aumentado su beneficio por acción a un ritmo anualizado del 30% y para los dos próximos años se esperan incrementos por encima del 10%. Así, desde su salida a bolsa su beneficio real se premia con un alza del 535%.
Mientras la petrolera luchará por lograr un beneficio histórico en 2020, batiendo el anterior récord de 2007, el aumento del 30% de las acciones en circulación por los pagos en scrip dejan su bpa histórico aún muy lejos. En la última década sus títulos suben un 10% por precio y los dividendos elevan la rentabilidad al 82%.
Si en 2008 Gas Natural y Unión Fenosa cotizaban por separado, ahora lo hacen de manera conjunta bajo el nuevo nombre de Naturgy, adoptado este mismo año. Y si el negocio de la compañía ha cambiado sustancialmente también lo ha hecho debido, fundamentalmente, a las 448 millones de acciones emitidas para comprar Unión Fenosa. Así, aunque el nuevo plan le valdrá para batir su resultado histórico en 2020, su beneficio por acción quedará un 35% por debajo ese año. Eso sí, el resultado para el inversor no ha sido desdeñable: solo por precio genera ganancias del 40% desde que acabó 2008.
Arcelor ha sido otra de esas compañías que se ha transformado durante los últimos años. En 2009 se incorporó por primera vez al Ibex y desde entonces no lo ha abandonado, aunque hace no tanto vivía una situación de lo más complicada. En 2016 tuvo que realizar una importante ampliación de capital para salvar los muebles. Desde entonces sus resultados se han recuperado, pero volver a un bpa récord parece una quimera teniendo en cuenta que tendría que triplicar el resultado previsto para 2019 para lograrlo. Con estos ingredientes las acciones se dejan un 40% desde el cierre de 2018, si bien la situación llegó a ser dramática en 2016 cuando las pérdidas eran cercanas al 85%.
Hace 10 años la entidad catalana no cotizaba aún en bolsa y quien si lo hacía era Criteria, que había logrado en 2006 unos resultados históricos en beneficio -que CaixaBank superará en 2019- pero de los que estará muy lejos en términos de bpa. Según FactSet, desde el año 2008 el número de acciones en circulación han crecido en cerca de un 75%. Desde que Criteria dio paso a CaixaBank en bolsa los títulos del banco han perdido un 23% por precio, pero los dividendos repartidos enjugan los números rojos, convirtiéndose en una rentabilidad del 7%.