"Bip, bip!". Europa lleva años escuchando el grito burlón de un correcaminos que avanza mucho más rápido. ¿Lo cogerá algún día? En los dibujos animados no lo hace, desde luego, pero en términos bursátiles tampoco parece que el Viejo Continente se encuentre mucho más cerca. Aunque en los últimos meses, las gestoras de fondos que hablan de un fin de ciclo próximo en EEUU se han multiplicado, por el momento Wall Street es quien sigue tirando de los mercados internacionales. En el último año, índices como el S&P 500 y el Nasdaq suman revalorizaciones del 12 y 24%, respectivamente, en Europa el EuroStoxx 50 pierde un punto porcentual y el Dax Xetra germano cotiza a los mismos niveles a los que arrancó el verano pasado.
El mercado, en definitiva, descuenta los grandes números de las dos mayores economías del mundo. De ahí, la distancia que EEUU mantiene respecto a Europa, incapaz de alcanzarle. El país gobernado por el errático Donald Trump crecerá este año un 2,8%, según las estimaciones elaboradas por la Reserva Federal, que espera, además, incrementos del PIB del 2,4 y 2% para los dos próximos años.