Las últimas sesiones no han sido precisamente un plato de buen gusto para la banca europea en general y para la española en particular. La inestabilidad política de España e Italia se ha dejado notar en las cotizaciones de las entidades por su exposición a la deuda de ambos países. Sin ir más lejos, en la jornada del martes Banco Santander se dejó un 5,4%, su peor caída diaria desde agosto de 2016 y marcó mínimos de diciembre de ese mismo año (el papel periférico, esto es España, Italia y Portugal, supone algo más de la mitad de su cartera de deuda soberana que asciende a más de 153.000 millones de euros).
En este sentido, su descenso en el año ya es superior al 15%, lo que se traduce en una pérdida de capitalización de 13.400 millones de euros y deja a la entidad a 12.150 millones de distancia de la primera capitalizada del Ibex, Inditex, que supera los 87.100 millones. Con este desplome, el título ya se sitúa en los 4,7 euros, un precio que está por debajo de la ampliación de capital que realizó el año pasado, para hacer frente a la integración de Popular, a 4,85 euros cada nueva acción.
No obstante, pese a los números que arrastra la entidad en 2018, el consenso de mercado sigue apoyándola. En primer lugar, cree que debería ser la firma más valiosa del selectivo español. A este respecto, con un precio objetivo de 6,05 euros, el banco que preside Ana Botín tendría que valer 97.600 millones de euros, un 3,6% más que la capitalización objetiva de Inditex, de 94.300 millones. Para lograr ese nivel, Santander tendría que anotarse un 30% en los próximos meses. En esta misma línea, algunas de firmas de inversión estiman que el precio justo de Santander está por encima de los 100.000 millones. Es el caso de GVC Gaesco Beka, que le otorga un precio objetivo de 7,35 euros, y de JP Morgan, cuya valoración es de 7 euros por acción.
Por otro lado, Banco Santander ha vuelto a recuperar la recomendación de compra que perdió hace unos días. Por tanto, vuelve a convertirse en el único banco del Ibex con un semáforo verde.
Gracias a los descensos en bolsa, el beneficio de Banco Santander es uno de los que se compra más barato entre sus comparables. Así, su PER (veces que el precio de la acción recoge las ganancias) se sitúa en 9,3 veces, sólo por detrás de BBVA que ofrece una ratio de 8,1 veces. Esta cifra implica, además, una rebaja del 12,5% frente a la media del sector español. Este año se espera que la entidad gane cerca de 8.000 millones de euros, lo que supondría una mejora del 20% respecto al ejercicio anterior. Asimismo, sería su mejor resultado desde 2010. Ya en 2019, si se cumplen las previsiones, rondaría un beneficio de 9.000 millones.
Entre algunos de sus aspectos positivos Ryan O'Connell y Matthew Jackson, analistas de la industria de Bloomberg, destacan la bajada de exposición al mercado inmobiliario español: "Banco Santander ha reducido drásticamente su exposición a los problemáticos inmuebles españoles, resolviendo su mayor desafío crediticio. Mientras, las tendencias sobre la calidad crediticia han sido positivas en todos los mercados, incluidos México y Brasil".
El equipo de análisis de Ecotrader redujo su exposición a la entidad después de que perdiese la zona de soporte clave que presentaba en los 5,08 euros. Por tanto, "salvo que recupere este soporte de los 5,08 euros mucho nos tememos que podría abrirse la puerta a una caída que en próximas semanas podría llevar al Santander a buscar la zona de los 4,25-4,40 euros", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.