Las últimas sesiones no han sido precisamente un plato de buen gusto para la banca europea en general y para la española en particular. La inestabilidad política de España e Italia se ha dejado notar en las cotizaciones de las entidades por su exposición a la deuda de ambos países. Sin ir más lejos, en la jornada del martes Banco Santander se dejó un 5,4%, su peor caída diaria desde agosto de 2016 y marcó mínimos de diciembre de ese mismo año (el papel periférico, esto es España, Italia y Portugal, supone algo más de la mitad de su cartera de deuda soberana que asciende a más de 153.000 millones de euros).
En este sentido, su descenso en el año ya es superior al 15%, lo que se traduce en una pérdida de capitalización de 13.400 millones de euros y deja a la entidad a 12.150 millones de distancia de la primera capitalizada del Ibex, Inditex, que supera los 87.100 millones. Con este desplome, el título ya se sitúa en los 4,7 euros, un precio que está por debajo de la ampliación de capital que realizó el año pasado, para hacer frente a la integración de Popular, a 4,85 euros cada nueva acción.