Los puertos de montaña en los que se constituirán los eventos políticos durante los próximos tres meses volverán a situarse entre los más duros a los que tendrán que enfrentarse las bolsas. Sobre todo, en Europa, donde las rampas de las elecciones en Italia y del proceso de formación de gobierno en Alemania y los repechos del secesionismo en Cataluña y del Brexit serán tan rompepiernas para la renta variable como las decisiones del BCE o el comportamiento del euro, en los que, a su vez, influirán decisivamente.
"Es cierto, la política aún podría causar trastornos, pero probablemente no los suficientes como para arruinar el fuerte crecimiento de la eurozona que está reflejándose en los mercados", reconoce el equipo de analistas de ING. Sin duda, los dos últimos años han estado marcados por puertos políticos de categoría especial en el Viejo Continente.