Que la tecnología está presente en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida no es una novedad, como tampoco lo es el hecho de que aquellos que no se están adaptando a las nuevas tendencias están sufriendo las consecuencias. Una realidad que está reflejando con crudeza el sector consumo.
De hecho, según datos de CB Insights en lo que llevamos de año se han cerrado en Estados Unidos unas 6.700 tiendas, más que en todo 2008 en plena crisis. "Algunas de las bancarrotas más grandes de 2017 han sido minoristas, incluidos Toys R 'Us, Payless y Radio Shack. Las razones que impulsan este baño de sangre se pueden resumir en dos palabras: tecnología y Amazon", indican desde CB Insights. Esto no significa que el comercio físico 'esté muerto', si no que aquellos que no están sabiendo combinar la experiencia de comprar en una tienda presencialmente y a través de la red están perdiendo el atractivo para los usuarios, que encuentran en otras empresas esta experiencia.