Ajustando las estimaciones a una realidad diferente". Así tituló el equipo de analistas de JP Morgan el informe sobre Siemens Gamesa tras la traumática presentación de resultados del 26 de julio, en la que alertó de un "severa" caída de la demanda. Y así han procedido en las últimas semanas la inmensa mayoría de los expertos que siguen a la compañía, producto de la fusión de la española con el negocio eólico de la alemana. De media, las previsiones de beneficio bruto (ebit) han caído un 22% para el ejercicio de 2017, que finalizará en septiembre para que vaya acompasado con el calendario de Siemens, un 23% para 2018 y un 19% para 2019.
El recorte para el presente curso es tan contundente que la estimación actual ni siquiera alcanza el objetivo de ebit de 900 millones de euros que se marcó la propia compañía tras la publicación de sus cuentas del trimestre comprendido entre abril y junio. La previsión se queda en 807 millones de euros, a un 11,5%. De igual modo ocurre con la cifra de negocio. Siemens Gamesa adelantó que espera cerrar el ejercicio superando los 11.000 millones de ingresos, pero los analistas creen que no llegará a 10.700.