Hace años que se viene hablando de la amenaza que pueden suponer los grandes jugadores tecnológicos para la banca tradicional. Y, aunque aún están lejos de alcanzar cuotas importantes en este sector, lo cierto es que ya están dando muestras de lo que son capaces y, más aún, de lo que serían capaces de hacer.
Por sí solas ya son empresas atractivas. De hecho, todas reciben una recomendación de compra por parte del consenso de mercado. Por ello, si a sus negocios se les suma el crecimiento que podrían alcanzar en el nicho bancario, el potencial es prácticamente incalculable.