Desde que el patrón oro claudicara tras la Segunda Guerra Mundial y que, en 1971, el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, diese carpetazo al sistema monetario post Breton Woods, al abandonar la convertibilidad del dólar en oro, el papel moneda ha disfrutado de casi medio siglo de reinado. Su aceptación por todos los establecimientos comerciales, unido a su capacidad para abonar el pago de impuestos, no han hecho sino reafirmar su importancia, aunque en los últimos tiempos son cada vez más los nubarrones que se ciernen sobre él.
Además del avance de las criptodivisas como el bitcoin, cada vez ganan más fuerza las voces que claman por la desmonetización o la retirada del dinero en efectivo en circulación. Justo en este año cuando, precisamente, se cumple el 50 aniversario de la instalación del primer cajero automático en el mundo y 40 años desde que se hiciese lo propio en España, el dinero en efectivo podría ver peligrar su existencia.