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Goldman vaticina el 'divorcio' entre el yen y un Nikkei en máximos

15:25 - 15/12/2016
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Si hay algo que caracteriza a la renta variable de cualquier lugar, es su correlación inversa con la divisa en la que está denominada. Es decir, la caída de la moneda ayuda a que la bolsa suba. Sin embargo, esta relación podría desaparecer en Japón el próximo ejercicio, según consideran desde Goldman Sachs.

José Luis Herrera, analista de CMC Markets, señala que "hay una descorrelación histórica entre ambos activos: las acciones japonesas generalmente suben mientras el yen se debilita", y añade que no es una fenómeno únicamente nipón, ya que también se da en las bolsas del Viejo Continente porque "una moneda 'barata' supone una ventaja competitiva para las compañías exportadoras", concluye.

Según señalan desde Bloomberg, la relación del yen con la bolsa de Tokio alcanzó un máximo anual el pasado mes de julio.

Según una nota a los clientes de Goldman Sachs, "una de las posibles sorpresas en 2017 es el desacoplamiento del mercado de valores con el yen", algo que desde el banco de inversión atribuyen a "la recuperación del consumo y de la demanda interna", lo que podría provocar que la bolsa subiera independientemente del comportamiento de la divisa. De hecho, el Nikkei ha tocado hoy su máximo anual después de las últimas y fuertes subidas, y es probable que se dirija a buscar los 20.000 y luego los 21.000 puntos en las próximas semanas.

Daniel Pingarron, analista de IG, señala que esta nueva situación se podría dar si los inversores "se dejan llevar por otras cuestiones globales como los máximos de Wall Street, la subida de los bancos italianos, o cualquier otra alegría puntual". Al igual que añade que también podría darse por "alguna mala noticia que castigase en paralelo a la bolsa japonesa y al yen".

Igualmente, Pedro Lacambra, de Ibercaja Gestión, alude a elementos más internos de la economía japonesa que podrían animar a la bolsa independientemente del comportamiento de la divisa nipona. Por ejemplo, el experto apunta a "un aumento de la inflación, una mejora de los salarios, la política fiscal expansiva y las compañías mejorando los retornos a los accionistas". Por lo que la renta variable se podría ver apoyada porque "las empresas con exposición a la demanda interna podrían presentar mejores resultados".

El yen deja de ser un activo refugio

Para Victoria Torre, analista de Self Bank, lo que podría provocar este cambio de tendencia es que "el yen estaría dejando de ser considerado como un valor refugio, y los inversores estrían considerando otras opciones a comprar moneda cuando la renta variable japonesa no está funcionando positivamente". Para ella, si finalmente tiene lugar "implicaría que Japón registraría unos comportamientos más similares al resto de principales bolsas, pudiendo volverse más previsible y por tanto atractiva para inversores más adversos al riesgo".

Este ejercicio, el Topix, es decir, la bolsa de Tokio, se anota una caída del 0,56% mientras que el índice de referencia japonés, el Nikkei, logra acumular una subida del 1,16%. En el cruce que la divisa nipona mantiene con el dólar gana un 4,4%, y frente el euro un 6,4%.

Miguel Ángel Paz Viruet, del Grupo Unicaja, considera que esta correlación se ha mantenido en el tiempo ya que el yen era la moneda utilizada para el carry trade ya que era la más barata para financiarse. La base de esta técnica de inversión consiste en invertir en una divisa más barata para vender en otra que está más cara. Por ello, el experto señala que "a raíz de que, en los últimos años, financiarse en euros, dólares era más barato incluso que financiarse en yenes, los inversores han podido diversificar, y esto quizás es lo que reduzca la relación tan estrecha" de la moneda japonesa con su renta variable

Con todo ello, no todos los expertos estiman que este fenómeno pueda tener lugar. Es el caso de Félix González, de Capitalia Familiar, que considera que no sucederá por las características de la economía de japón "con un sector exportador potente y con un mercado bursátil compuesto en gran medida por multinacionales". Una opinión en la que coincide Ignacio Cantos-Figuerola, analista de ATLCapital, al estimar que la nipona "seguirá siendo una economía eminentemente exportadora y en ese sentido cualquier bajada del yen favorece a las empresas exportadoras que son las que cotizan en el Nikkei".