Semana intensa en los principales selectivos de todo el mundo que ha estado marcada, como no podría ser de otra forma, por la inesperada victoria de Donald Trump en los comicios estadounidenses. Las encuestas fallaron el nombre del nuevo inquilino de la Casa Blanca y, al menos de momento, los expertos tampoco han acertado con el comportamiento de la bolsa ante tal escenario. Y es que, se esperaban intensas caídas en la renta variable y el dólar así como importantes subidas de los activos refugio, especialmente la deuda y el oro. Tal y como señala Joaquín Robles, analista de XTB, "a pesar de que se pronosticaban caídas en renta variable y gran demanda de activos refugio, ha ocurrido todo lo contrario".
Según se iban conociendo los resultados electorales, la volatilidad se adueñaba del mercado, el peso se desplomaba, el euro tocaba los 1,13 dólares, las bolsas asiáticas se teñían de rojo y los futuros del S&P 500 eran suspendidos de cotización al superar el 5% de caída. Algo que les llevó a testar el que ahora es el nuevo soporte del mercado llamado soporte Trump en los 2.028 puntos, que es para Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader, "la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista". Es decir, con el movimiento del selectivo "el soporte crítico que no se debería perder sube de los mínimos del Brexit en los los 1.981 puntos a los mínimos de Trump en los 2.028 puntos", concluye Cabrero. Al cierre semanal, el selectivo se alejaba más de un 6% de dicho nivel crítico.
Esta situación de pánico vendedor no tuvo continuidad y ya en la jornada postelectoral el Dow Jones atacaba máximos históricos, un nivel que llegó a reconquistar el pasado jueves en los 18.807,88 puntos, cota que logró renovaren la jornada del viernes en los 18.847,66 puntos. En el cómputo semanal ha sumado más de un 5,3%, lo que significa su mejor periodo desde diciembre de 2011. También el S&P 500 ganaba un 3,8%, hasta los 2.164,45 puntos, su mejor dato desde 2014. Por el contrario, aunque la tecnología se movió a la baja tras las elecciones, salvó la semana con un alza del 1,96%, que le llevó a los 4.751,94 puntos. Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank, señala que "una de las pocas cosas sobre las que sí se ha acertado es la advertencia sobre la volatilidad que traería a las bolsas la victoria de Trump".
Sin embargo, aunque Cabrero destaca que "el hecho de que el Dow Jones haya alcanzado nuevos máximos de todos los tiempos es una gran señal de fortaleza, el hecho de que no le acompañe el S&P 500 así como ningún selectivo tecnológico invita a la prudencia y a no lanzar las campanas al vuelo".
El Ibex, único de Europa en rojo
Las bolsas europeas tampoco permanecieron ajenas a las elecciones en la primera economía del mundo y, aunque amanecieron la jornada postelectoral a la baja, la alegría que se notaba en las plazas estadounidenses logró que se dieran la vuelta y cerraran la semana al alza con una excepción, el Ibex 35. Según destaca Robles, el selectivo español "no supo contagiarse del optimismo despertado tras la victoria de Donald Trump" por lo que encadenó su tercera semana consecutiva en números rojos y ya se deja desde que arrancó el año alrededor de un 9%. Con estos movimientos, concluyó la jornada del viernes en los 8.639,2 puntos y se deja desde el lunes un 1,73%.
Los índices europeos encadenan tres meses dentro de un lateral y, en la semana, destacó que, con la excepción del Ibex, "lograron probar la base del canal así como su techo", según indica Cabrero que añade que el español es el que está más cerca de ceder los soportes que se encuentran en los 8.540 puntos. Sin embargo, si en EEUU no hay que lanzar las campanas al vuelo, en Europa tampoco hay por qué alarmarse ya que, "aunque el índice español ceda niveles críticos y ponga en jaque la reestructuración alcista de los últimos meses del mercado, si el resto de selectivos del Viejo Continente no le acompañan la debilidad sería menor". Con ello, el Ibex podría ceder hasta los 8.225 puntos si cede dichos soportes.
Para Robles, "la recuperación del apetito por el riesgo, unido a la exposición de las empresas españolas a Latinoamérica acentuaron las caídas". Con todo ello, y acorde a las promesas electorales de Trump de no invertir nada en contra del cambio climático, fue el sector de las utilities el que peor se comportó.
Es aquí, precisamente, donde se llevó a cabo el recorte de 6 puntos de la exposición a bolsa recomendada en Ecotrader, hasta el 60,5%, lo que incrementó por encima del 30% lo que significa la liquidez de la cartera ahora mismo ya que divisas y metales preciosos siguen pesando un 3%, respectivamente.
Por el contrario, la idea del republicano de incrementar el gasto en infraestructuras elevó a las materias con alzas de más del 12% para el cobre, su mejor semana desde 2011, y el níquel con más de un 10%.
Con todo ello, el sector bancario empezó a cotizar que se espera una subida de tipos en Europa en 2018. Por ello, Bankia fue la firma más alcista con una subida del 11,7% mientras que BBVA fue el banco más castigado por su exposición a México. El mercado de divisas fue el que mayor volatilidad vivió en un primer momento llevando al euro a rozar los 1,13 dólares para después cerrar su peor semana desde julio de 2015 por debajo de los 1,09 dólares con una caída del 2,5%. Sin embargo, fue el peso mexicano el principal protagonista ya que se desplomó un 7,8%, sus peores cinco días desde 2008 que le llevaron hasta mínimos históricos frente al dólar por debajo de los 0,05 dólares.