Los alcistas han sacado músculo en la renta variable de EEUU. Así, el S&P 500 ha podido dar por superadas todas las crisis ocasionadas por las devaluaciones del yuan y se coloca en niveles del pasado julio, visto pocos días antes de que el 24 de agosto, el conocido como crash chino, tras la primera devaluación del yuan, eliminase las ganancias de las bolsas de todo el mundo.
En concreto, el selectivo se coloca en la zona de los 2.115 puntos, mientras que el Dow Jones lo hace sobre los 17.990 puntos. Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader, señala que los índices estadounidenses "siguen mostrando una fortaleza incuestionable". Además, tanto el Dow Jones como el S&P 500 han atacado resistencias como son los 17.920 y los 2.110 puntos respectivamente. "Su ruptura abriría la puerta a que tomara cuerpo una continuidad de la tendencia alcista hacia los altos del año pasado e históricos", concluye el experto. Estas cotas son los 2.135 puntos en el S&P y los 18.350 en el industrial.
Con todo ello, el S&P 500 ha cerrado la sesión en los 2.212,25 puntos tras revalorizarse un 0,13%, mientras que el Dow Jones ha hecho lo propio un 0,1%, que le ha llevado a los 17.938,28 puntos. El que ha puesto la nota negativa en la jornada ha sido el Nasdaq 100, que, no sólo no ha podido con primeras resistencias, sino que ha cerrado con una caída del 0,23%, hasta los 4.513,08 puntos.
Si bien estas alzas tuvieron lugar después de que el pasado viernes el país publicase un decepcionante dato de empleo. En concreto, en mayo se crearon sólo 38.000 puestos de trabajo no agrícolas frente a los 160.000 estimados, la peor cifra mensual desde hace 6 años. A pesar de ello, la tasa de paro descendió tres décimas, hasta el 4,7%. Sin embargo, "el informe ha sentado como un jarro de agua fría al mercado", señalaba Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, un efecto que se hizo notar más en el Viejo Continente que en Estados Unidos, donde la semana cerró prácticamente en tablas.
Ya esta semana, los inversores centraban su atención en las últimas palabras de Janet Yellen antes de la reunión de la entidad que preside. Yellen aseguró el lunes que "aunque la economía se ha visto afectada por una mezcla de fuerzas contrapuestas, veo buenas razones para esperar que las fuerzas positivas en apoyo del crecimiento en el empleo y la mayor inflación continuarán superando a las negativas". Aun así, no dio ninguna pista sobre cuáles son sus planes para subir tipos de nuevo y eliminó de su discurso la muletilla de "próximos meses". Habrá que esperar al encuentro de la Reserva Federal el próximo día 15 para ver si deciden o no incrementar el precio del dinero, algo para lo que los expertos de Bloomberg apuntan a diciembre.
La reacción del dólar no se hizo esperar y se ha colocado entre las bajistas, lo que le permitió al euro reconquistar los 1,13 dólares. Un billete verde a la baja beneficia la bolsa y a las materias primas. Un ejemplo es el petróleo, que ha logrado marcar nuevos máximos anuales superando el Brent los 51 dólares y los 50 el West Texas.
"Con el petróleo y los principales índices americanos en máximos anuales, las bolsas europeas se decantaron por las subidas", indica López-Gálvez. Estas alzas eran necesarias para que se alejara el riesgo bajista a corto plazo, aunque no se hayan superado resistencias importantes. En el caso del Ibex 35, "los 8.755 puntos son un soporte que no debería de perderse en un contexto de fortaleza", señala Cabrero, que añade que esto no es más que un rebote que no se convertirá en un mercado alcista hasta que cierre el hueco bajista de comienzos de año en los 9.544 puntos.
Alzas con un 'no' al 'Brexit'
Más allá del encuentro de la Fed, el mes de junio tiene otro evento que podría cambiar el rumbo de la renta variable: el referéndum del 23 de junio en Reino Unido sobre la permanencia o no del país en la Unión Europea.
Las últimas encuestas han dado más ventaja a la permanencia. En concreto, la que elabora Bloomberg estima que un 43% votará quedarse y un 41% la salida con un 14% de indecisos.