Los analistas han decidido que las acciones de la compañía española ya no merecen una recomendación de mantener, por lo que su deterioro hace que ya cuente con un consejo de venta. Una decisión movida quizá por el posible descontento de una parte del Consejo de Administración con su presidente.
Prisa no ha comenzado bien el año, ya que ha visto cómo sus acciones continúan cotizando en mínimos históricos -que alcanzó el pasado día 8, en la zona de los 4,59 euros-. En lo que llevamos de 2016, sus títulos llevan acumulado un desplome superior al 4% a pesar de que en la última sesión de la semana pasada esto consiguieron rebotar más de un 6,7%. Así, ahora sus acciones valen alrededor de unos 5 euros.