Sólo media sesión. Ese era el plazo que le quedaba a este año bursátil en España. Y en tan corto espacio de tiempo, el Ibex no ha sido capaz de superar las resistencias de corto plazo a las que se enfrentaba, mandando así una nueva señal de debilidad de cara a 2016.
El selectivo ha quedado por debajo de la resistencia de corto plazo que presentaba en los 9.717 puntos. "Desde ahí se abrió un importante hueco bajista tras las elecciones generales y su cierre era preciso de cara a tener nuevas señales de fortaleza a corto que permitieran que tomara cuerpo un escenario de rebote mayor", afirma Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Sin embargo", prosigue el experto, "no ha sido posible rebasar dicho nivel a cierre y ahora el riesgo de seguir viendo mayores caídas en los primeros compases de 2016 se hace más evidente".
Y es que, no parece que el inicio de año vaya a ser positivo. Los primeros compases de dicho ejercicio estarán rodeados de incertidumbre tanto en la bolsa española como en política, ante la dificultad de formar Gobierno. No en vano, las elecciones de diciembre, lejos de despejar dudas, han abierto multitud de escenarios nuevos ante la incapacidad de instituir un Ejecutivo estable.
El Ibex 35 se ha quedado descolgado respecto a la mayoría de bolsas europeas que han cerrado el año en positivo, con ganancias que en el EuroStoxx 50, el principal índice de la zona euro, han alcanzado el 4,5 por ciento. El índice español ha tenido que lidiar con los contratiempos del resto de sus vecinos europeos -como el último capítulo de la crisis griega o la ralentización de las economías emergentes con la sorpresa de los movimientos de China durante el verano-, pero, además, ha sufrido particularmente la depreciación y el freno de los mercados de Latinoamérica, de los que tanto dependen muchas compañías españolas. En la última parte del año, además el Ibex se ha enfrentado también a la incertidumbre generada por las elecciones generales.
Con estos escollos, el Ibex 35 se despide de 2015 con una caída del 7,15 por ciento, hasta los 9.544,2 puntos. Se trata del peor año desde 2011 y el primero en negativo después de dos ejercicios consecutivos de ganancias. Hasta un total de 22 compañías han acabado con descensos, con ArcelorMittal, OHL y FCC sufriendo las mayores caídas, al dejarse un 56,9, un 52,2 y 41,4 por ciento en cada caso. Por el contrario, Gamesa, Merlin Properties y Acciona lideran los avances al subir un 108,6, un 44,7 y 40,3 por ciento.
No obstante, sin perder de vista este escenario poco halagüeño en España, los bancos de inversión señalan a la renta variable, en general, y a la europea, en particular, como el activo que mejor puede comportarse en 2016.
Los expertos de UBS creen que "en este mundo en transición" hay que sobreponderar "las acciones frente a los bonos", una opinión generalizada entre los bancos de inversión. "Nuestras regiones predilectas son la zona euro y Japón, siendo prudentes en el Reino Unido", eligen desde la firma suiza. Otras casas de análisis comparten su preferencia por acciones europeas, donde la clave está en la mejora de beneficios de las compañías. "El ciclo empresarial será determinante para que los activos de riesgo sigan registrando ganancias el próximo año", señalan desde BlackRock.
Sea como fuere la línea roja que no debe ser traspasada se sitúa en "los soportes que aparecen en los mínimos marcados por las bolsas durante las últimas dos semanas, tales como son los 3.187 del Eurostoxx 50 o los 10.400 del Dax 30", afirma Joan Cabrero. Mientras no se pierdan dichas cotas las posibilidades de ver un rebote mayor se mantienen intactas.