La reunión del Banco Central Europeo defraudó a los inversores pero impulsó al euro, que ha cerrado su mejor semana desde el mes de mayo logrando intercambiarse por 1,08 dólares.
El par euro/dólar estaba descontando un incremento de los estímulos económicos que, aunque se produjeron, no fueron todo lo contundentes que esperaban los inversores.