El terremoto que ha causado la nueva situación de Grecia también ha llegado a Estados Unidos, dónde los principales índices han cerrado con pérdidas superiores al 1,9%.
El enquistamiento de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores durante el fin de semana ha provocado que las bolsas de las dos orillas del Atlántico hayan recibido la semana con fuertes caídas.