La relación del PIB de los grandes países del mundo con el tamaño de sus mercados bursátiles deja al descubierto algunas pinceladas de los cimientos de sus economías: el modelo de crecimiento empresarial, la cultura financiera de su población o la tipología de sus compañías.
Una ratio que abre todo un universo analítico y de la que se puede extraer una primera conclusión: en Europa, el peso de las bolsas de Alemania, Italia y España en su PIB las muestran como economías más bancarizadas y donde ha sido más habitual recurrir al crédito bancario frente a países como Suiza, Reino Unido e incluso Francia, más liberalizadas y donde las compañías han sido más proclives a buscar financiación en los mercados bursátiles.