El impulso que para el Banco Santander supuso la llegada de Ana Botín a la presidencia podría estar diluyéndose. El consenso de mercado, que mejoró entonces su recomendación a "mantener", vuelve ha rebajarle la valoración a "vender" en el último mes.
El desembarco en la presidencia de la entidad de la hija de Emilio Botín tras su fallecimiento fue visto con buenos ojos por las firmas de análisis, que devolvieron al Banco Santander un consejo de mantener que no lograban de manera estable desde el 2012.