Seguimos sin ver nada en la curva de precios de Indra que sugiera un cambio dentro de la tendencia bajista que define a lo largo de los últimos meses. Tampoco observamos que se haya alcanzado algún punto de giro potencial relevante, como los que señalamos en el chart adjunto con un círculo, que invite a vigilar especialmente a este título.
Con todo, si alguien está interesado en Indra, debería tener presente que para que tengamos algo que plantee un suelo, cuando menos temporal en las caídas de medio plazo, y podamos favorecer un rebote sostenible, es preciso que la presión compradora consiga batir resistencias que Indra presenta a la altura de los 8,70 euros. Mientras eso no suceda lo mejor es buscar otras opciones.