Las encuestas adelantan la reelección del Gobierno en las elecciones del domingo. El presidente muestra la mejor cara de un programa económico que pasará a la historia como un experimento de los estímulos monetarios con el que todo y nada ha cambiado.
Ilusión. Hace dos años, Shinzo Abe se presentaba a las elecciones generales con un mensaje cargado de ilusión, de sueños por cumplir en la recién desbancada tercera economía mundial. Sueños con los que despertar de una década de estancamiento, deflación, tsunami y pérdida de relevancia internacional y regional.