La descorrelación entre el beneficio neto registrado por las compañías del Viejo Continente y el nivel de precios del Stoxx 600 solo puede desembocar en dos salidas: o una caída de la bolsa o un aumento de las ganancias
Como si se tratara de una simbiosis entre dos especies que por su asociación no pueden vivir por separado, el beneficio neto de las compañías y el precio al que cotizan no pueden discurrir por diferentes derroteros. Ambas magnitudes deben mantener una correlación entre ellas que justifique el por qué de esa expresión típica del mercado: los resultados empresariales son en realidad el motor de la bolsa.