Pantallas en tres dimensiones, televisiones enrollables, impresoras 3D... Las empresas dedicadas a las tecnologías del futuro se enfrentan al que será su mejor escaparate para los inversores: la temporada de resultados.
Cuando en 1985 se estrenaba la película Regreso al Futuro (Back to the Future, en su versión original), los fanáticos de Marty Mcfly no podían imaginar que en sólo unas décadas, el monitor de un ordenador o la pantalla de un dispositivo móvil iban a reflejar una imagen en tres dimensiones. Tampoco se esperaba nadie que en este rango de tiempo, una televisión pudiera enrollarse como si un folio de papel se tratase. O que una impresora pudiera imprimir piezas más allá de las dos dimensiones.