En 2013 crecieron un 3,8 por ciento hasta los 4.079 millones al usarse como vehículo para reducir la factura fiscal antes las plusvalías que dejó la bolsa. Un primer paso en la buena dirección pero que sigue siendo insuficiente.
En un contexto de crisis el que nos encontramos, con tasas de paro del 25 por ciento y con una tasa de ahorro en niveles del 9 por ciento, mínimos de 2007, que los españoles consigan ahorrar y no para cubrir imprevistos a corto plazo sino pensando en su jubilación puede parecer una utopía. Pero, a juzgar por los últimos datos de Inverco sobre la industria de planes de pensiones, esa utopía se ha convertido en realidad. Las aportaciones brutas a planes de pensiones de pensiones privados crecieron un 3,81 por ciento en 2013 hasta los 4.079 millones de euros pero más allá de la cifra, lo relevante es que es el primer aumento anual que se ve en este sector desde el año 2006.
"En 2013 se ha cambiado la tendencia ya que en términos de aportaciones se ha crecido y también ha ayudado que hayan bajado las prestaciones a que las aportaciones netas hayan sido positivas", afirma Ángel Martínez Aldama, director general de Inverco. Las causas que manejan los expertos del sector para explicar semejante fenómeno son varias.
La primera se refiere a los cambios normativos que se han hecho en torno a las pensiones públicas y a la amplia cobertura que se ha hecho al respecto. No en vano, si hay un año en el que el debate de las pensiones haya sido trending topic en los medios de comunicación, ese fue 2013. El año en el que entró en vigor el cambio del cálculo para las pensiones públicas, que ha pasado de ligarse a la inflación a la implementación de una revalorización mínima de del 0,25 por ciento y máxima del IPC más 0,5 por ciento, además de introducirse el llamado Factor de sostenibilidad que empezará a aplicarse a partir de 2019.
Esta reforma, unida a la de 2011, que ya se calcula que ha hecho caer la tasa de sustitución de la pensión pública del 80 al 72 por ciento, según las estimaciones de la propia OCDEE, ha puesto de manifiesto que la época en la que la pensión siempre subía para cubrir el coste de la vida ha llegado a su fin. Y los ahorradores parecen haber tomado nota de ello. "Se han dado cuenta de que no se trata de invertir en pensiones porque el banco quiera sino porque es necesario. Además se ha visto que incluso el banco ha empezado a hablar más de planificación y menos de su producto", afirma Enrique Borrajeros, de EFPA.
Además, y aquí entra la segunda variable, 2013 ha sido un buen año para invertir y para ahorrar. La renta variable dio rentabilidades de dos dígitos y la renta fija, sobre todo la periférica vivió un espectacular rally que permitió a la rentabilidad al bono español a 10 años pasar del 5,26 al 3,6 por ciento.
Pero hay un tercer factor que ha resultado especialmente importante a la ahora de revitalizar el ahorro en planes de pensiones: la fiscalidad. "Las nuevas reformas han llevado a las rentas altas a recurrir al plan de pensiones como única forma para reducir su factura fiscal", asegura Julio Fernández, profesor del IEB. De hecho, tras la eliminación de la deducción por vivienda, el plan de pensiones es el único producto que permite deducciones fiscales y la inversión en este vehículo puede haber permitido a muchos inversores limitar el impacto en su declaración de la renta de las fuertes plusvalías obtenidas a través de sus inversiones en un año de rally generalizado como fue 2013. Y más teniendo en cuenta que el impuesto de las rentas del capital tiene todas las papeletas de seguir al alza.
El aumento de aportaciones es una buena noticia para el sector, pero no esconde el hecho de que éstas siguen siendo insuficientes. De hecho, según recuerda Fernández, "antes de la crisis el 80 por ciento de los partícipes realizaban aportaciones periódicas y ahora esta cifra es del 50 por ciento". Además los 4.000 millones de euros de aportaciones netas de 2013 siguen estando muy por debajo de los 7.000 millones de 2007 por no mencionar que, descontadas prestaciones, las aportaciones netas apenas superan los 200 millones.