Estos países están haciendo esfuerzos para 'acompasar' sus ritmos al de los occidentales. Aunque la zona ahora está revuelta por los problemas de Turquía, Siria o Egipto.
La inversión de Oriente Medio en Europa ya es una tradición con recorrido en Occidente. Los grandes fondos soberanos que gestionan el superávit de los Estados producido por las materias primas y el petróleo y las grandes compañías de estos países están inmersos en la vida de los europeos. Deportes tan populares como el fútbol están impregnados de patrocinios y propietarios de esta región asiática y que han ganado mucha notoriedad entre el público.
Pero los países de Oriente Medio quieren hacer reversible esta tendencia. Esto es, quieren crear incentivos y facilitar la inversión extranjera en los países y modernizar sus mercados. Un paso significativo fue el que dio Arabia Saudí a finales de junio cuando cambió las fechas de su fin de semana de jueves y viernes a viernes y sábado para hacerlo coincidir más con el fin de semana de Occidente. Se trata de un paso más que dan las autoridades del país para abrir al exterior un mercado de 400.000 millones de dólares, según Bloomberg, que supera en tamaño al turco e irlandés juntos.
"Los inversores pueden leer entre líneas que es otro paso adelante para abrir el mercado del país", explicó Fadi Al Said, gestor de fondos de ING Investment Management a la agencia. "Los últimos datos indican que la inversión está comenzando a recuperarse", indican desde Bank of America quienes afirman "estar muy expuestos a su mercado".
Estos esfuerzos lentamente van obteniendo su recompensa. En las últimas semanas, tanto Catar como Emiratos Árabes Unidos han visto como MSCI elevaba su calificación de mercados frontera a mercados emergentes, lo que respalda la confianza de las casas de análisis en estos países y su respaldo a las medidas para fomentar la inversión exterior. Pero Morgan Stanley no es la única casa de análisis optimista con el pequeño país del Golfo Pérsico, ya que Bank of America ha recomendado recientemente a los inversores aumentar su exposición en el mercado del país.
Los pilares que llevan a los analistas de la entidad a confiar en el país se centran en "el beneficio que pueden obtener las compañías del crecimiento de la oferta monetaria en el país; en segundo lugar, la valoración del mercado deja una rentabilidad por dividendo para estas compañías 300 puntos básicos superior a los bonos estadounidenses".
Para viajar a la región, existe un buen puñado de fondos comercializados en España que permiten invertir en Oriente Medio y en África. Y algunos de ellos consiguen rentabilidades interesantes, como es el caso del Schroder ISF Middle East USD, elaborado por Schroeder y que consigue una revalorización en el año superior al 10%. La cartera de este fondo se centra únicamente en Oriente Medio y tiene una calificación para Morningstar de cuatro estrellas.
También existen alternativas interesantes para fondos que invierten en África y Oriente Medio, como es el Invest MENA P EUR que elabora ING Investment Management y que consigue una rentabilidad en el año próxima al 25%.
Su cartera se centra principalmente en Catar, con un 37,5% de su exposición y Egipto, con un 12%. En general, los fondos con una elevada exposición en Catar consiguen las mejores revalorizaciones en el año. Este es el caso del Amundi Fds Eq MENA FU-C, que suma una revalorización en el año del 17% y que tiene destinado un 30% de su cartera a este país.
El mayor peligro de Oriente Medio reside en el complicado momento social que vive la región. Países como Siria, Turquía o Egipto viven inmersos en las revueltas de la población que piden avances en los derechos sociales y que han provocado una fuerte huída de inversores.
El principal selectivo de la bolsa Estambul, el ISE 100, ha caído más de un 20% desde sus máximos históricos marcados a finales del mes de mayo, coincidiendo con el estallido de las protestas. En Egipto, por su parte, la elevada volatilidad ha sido la clave de su mercado, con abruptas caídas y recuperaciones de su principal selectivo, el EGX 30.
En las primeras semanas de junio, el índice sufrió una caída próxima al 17%, para conseguir posteriormente un rebote espectacular, también del 17%, que le lleva a cotizar en niveles de finales de mayo.
Por otra parte, el conflicto latente entre Israel y Palestina; así como la incertidumbre que genera siempre Irán, a la espera de que el nuevo presidente electo, Hasan Rohaní, tome posesión el próximo 3 de agosto; suman más incertidumbre a la región.