Con Wall Street cerrado por festivo, los mercados europeos se han aferrado a la posibilidad de que el BCE rebaje los tipos para anotarse fuertes subidas. Abrimos Peugeot y Heineken.
Las sesiones en las que el mercado americano no abre, el europeo suele mostrarse errático. Pero en este 4 de julio, en el que los estadounidenses han celebrado la festividad del Día de la Independencia, las bolsas del Viejo Continente no sólo no han sido erráticas, sino que han sido del todo contundentes: se han anotado fuertes subidas, y en muchos casos han logrado superar los máximos de la semana alcanzados el lunes.
"Esta situación encaja a la perfección con el escenario que a corto venimos defendiendo como más probable, concretamente el que defiende que los mínimos de ayer son el origen de un nuevo impulso al alza que da continuidad al rebote iniciado en los mínimos de la semana anterior donde, recordemos, siguen encontrándose los soportes clave en tendencia", apunta Carlos Doblado, jefe de estrategia de Ágora Asesores Financieros.
La subida de hoy ha estado totalmente 'patrocinada' por el Banco Central Europeo (BCE). Y es que aunque ha mantenido los tipos en el 0,5%, como se esperaba, su presidente ha dicho textualmente que "el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los actuales niveles o por debajo durante un período prolongado de tiempo".
Es decir, que Mario Draghi no descarta que lleguen más bajadas del precio del dinero, y eso supone una gran novedad para una institución que, pegada a su mandado de controlar la inflación, se ha caracterizado por sus reticencias a 'abrir el grifo' con facilidad.
Con este último empujón, los alcistas demuestran que siguen llevando la batuta, aunque deben empujar a los indicadores más allá de resistencias como "los 8.090 en el Ibex 35 o los 2.650 / 2.683 en el EuroStoxx 50" para acabar de reafirmar su liderazgo. Veremos si mañana dan otro paso hacia estos niveles, ya que Wall Street reabrirá sus puertas tras la publicación de dos datos cruciales: los cambios en nóminas y la tasa de desempleo estadounidense.
Mientras esperamos, hemos aprovechado la sesión de hoy para abrir dos nuevas operativas en Europa, sobre Peugeot y Heineken.
Más allá de las bolsas, la reacción más significativa a las palabras de Draghi ha sido la del euro. La divisa europea ha perdido terreno en la mayoría de los principales cruces. Es más, frente al dólar ha llegado a testar los 1,28 tras un retroceso próximo al punto porcentual aunque eso sí termino por corregir para cotizar en la zona de los 1,29.
Mientras tanto, las dos excepciones durante la jornada han sido la libra esterlina y el franco suizo. En el caso de la primera, el euro ha aprovechado la debilidad de la británica tras la reunión del Banco de Inglaterra y su decisión de también dejar intactos los tipos de interés en el 0,5%. En cuanto a la divisa suiza, permanece intervenida por el ejecutivo suizo.
En el mercado de materias primas se registra poco movimiento, puesto que Wall Street permanece cerrado con motivo del día de la independencia. Aun así, entre los grandes perjudicados se encuentran los metales preciosos y los recursos industriales. En esta ocasión, son el paladio, la plata y el cobre los que peor desempeño presentan.