La entidad británica no alteró ni un milímetro su política monetaria, pero los expertos esperan que su nuevo gobernador, que toma posesión el 30 de junio, traiga aires renovados a un mercado con mucho atractivo inversor.
Mervin King hizo ayer lo que el mercado esperaba de él: celebrar su última reunión como gobernador del Banco de Inglaterra (BoE) sin realizar cambios ni en los tipos, que mantuvo en el 0,5% (igual que el BCE), ni en el programa de compra de deuda por 375.000 millones de libras. Sin embargo, quedan pocos días para que King le de el relevo a su sucesor, Mark Carney, actualmente máxima autoridad del Banco de Canadá. Y del nuevo gobernador sí que se esperan muchas cosas.