El mercado opta de momento por moverse en lateral pero los soportes siguen sin estar a salvo.
Con lo visto la semana pasada ya se puede afirmar que las bolsas han entrado a corto en fase de reacción a las subidas iniciadas a mediados de abril. Las líneas de vela desplegadas hace dos semanas ya advertían del agotamiento comprador y de la posibilidad de que los ascensos pudieran tomarse un respiro, de ahí que hayamos optado por bajar nuestro nivel de exposición a bolsa.
La cuestión ahora será ver si esta fase de reacción, que debería servir para aliviar la sobrecompra acumulada, va a traducirse en un movimiento consolidativo lateral, en el que se consumiría tiempo o, por el contrario, las principales bolsas de ambos lados del Atlántico van a acabar desarrollando un ajuste en profundidad.
Por el momento el mercado ha optado por moverse lateral, lo cual es una señal de clara fortaleza, pero esto cambiaría si eventuales caídas son capaces de profundizar por debajo de los mínimos vistos estas dos últimas semanas. Hablamos de niveles como son los 2.750 puntos en el EuroStoxx 50 o los 15.200 en el Dow Jones Industrial. Si caen es probable que sigamos disminuyendo nuestro riesgo a bolsa.
En lo que se refiere al frente de divisas lo más destacable de la semana pasada fue ver como el euro se revolvió al alza en sus cruces más relevantes, destacando el giro alcista contra el dólar. De hecho, en ningún momento el euro/dólar ha perdido el soporte clave que sugeríamos vigilar a la altura de 1,2750, lo cual sigue permitiendo albergar esperanzas en cuanto a ver una continuidad de la tendencia alcista que el par inició en los mínimos del año pasado en torno a 1,2040 dólares por euro. Para que este extremo se confirmara y tomara cuerpo sería preciso que próximas alzas lleven al euro/dólar por encima de resistencias clave en 1,3240. Mientras eso no suceda la tendencia de corto/medio plazo se mantendrá lateral entre los reseñados 1,2750 y los 1,3240.
En el frente de renta fija, sin lugar a duda, lo más relevante de la semana pasada fue ver como los principales ETFs de renta fija corporativa estadounidenses alcanzaron soportes que consideramos clave no solamente a corto sino también a medio plazo. De hecho, algunos comienzan a ser cedidos y abren la puerta a que estos bonos puedan recortar posiciones en próximas semanas, haciendo menos atractiva esta inversión, que ha funcionado tan bien durante los últimos años.