Los analistas reconocen el esfuerzo de las compañías que consiguen reducir su deuda durante la crisis, aunque para ello hayan tenido que sacrificar sus dividendos.
En un país con el crédito restringido y tipos de financiación elevados, el mercado premia a las compañías que consiguen reducir su endeudamiento, pero que aseguran al accionista una rentabilidad gracias al pago de dividendo. Telefónica es una de las compañías que está realizando mayores esfuerzos para minimizar el tamaño de su deuda. Con el objetivo de no superar un ratio de apalancamiento de 2,35 veces al cierre del año 2012 la deuda frente a su oibda, la compañía siguió una política de desinversiones aderezada con un recorte del dividendo de ese ejercicio.