Nuestra exposición a bolsa ha caído esta semana del 76,5 al 61,3%. El cierre parcial o total de algunas operativas, sobre todo en España, es la clave.
España da. Y España quita. La semana pasada, el peso de la renta variable en nuestra cartera subió hasta el 76,5 por ciento, un nivel no visto en mucho tiempo. Sin embargo, esta semana la corrección general que hemos visto en el mercado europeo y el deterioro particular del Ibex 35 nos han invitado a replantearnos las cosas.
Cierto es que los alcistas han conseguido salvar los muebles en el Viejo Continente. No sólo han aguantado el test a soportes como son los 6.650 del Dax alemán y los 5.840 puntos en el Ftse británico, sino que, además, con el empujón del viernes, han logrado situarse a las puertas de importantes resistencias.
Sin embargo, las correcciones de jornadas previas han provocado que algunas referencias se hayan deteriorado. Éste es el caso del Ibex 35. Así, los grandes movimientos de nuestra cartera propuesta a tres meses a lo largo de esta semana han sido de purga en nuestras operativas españolas.
Hemos dado carpetazo a la estrategia que teníamos sobre Sacyr Vallehermoso, hemos recogido beneficios en Acerinox y hemos ejecutado parcialmente stops agresivos de protección frente a pérdidas en Telefónica, CaixaBank, Acciona y BME. Estos movimientos han sido en gran parte los culpables de que el peso global de la renta variable en nuestra Tabla de seguimiento se haya contraído 15,2 puntos, hasta el 61,3 por ciento.
Pese a todo, también ha habido lugar para hacer alguna pequeña apertura estos días. Así, dimos la bienvenida a estrategias sobre A2A y la italiana Campari.