La previsión de beneficio está cayendo ligeramente y no se esperan resultados importantes fuera del sector financiero, que sí pueden echar una mano a los alcistas, hasta el jueves.
Le comentaba ayer Joan Cabrero, analista técnico de Ágora, que lo más probable es que el debate que se ve en la bolsa entre quienes quieren dar pasos más allá y los que no se atreven a dar ese salto podría resolverse esta semana. Algo que podría condicionar nuestra estrategia, incluso, obligarnos a reducir exposición a bolsa si las señales nos vuelven a decir que, otra vez, no se va a conseguir abandonar el mercado lateral.
Los alcistas no acaban de romper en Wall Street (hoy es verdaderamente el primer día de la semana para la renta variable, ya que la bolsa norteamericana permaneció ayer cerrada por festivo). Francamente, no les faltan razones para pensar si seguir adelante, porque los mejores datos económicos que hemos estado recibiendo (paro, indicadores adelantados...) ya están puestos en precio.
Ahora mismo, la corriente de noticias que sigue llegando de Europa no es positiva, en tanto que la temporada de resultados (que podría convertirse en un claro aliciente, porque las estimaciones de beneficio están corregidas a la baja) no acaba de brillar. Algo que no va a cambiar ni hoy ni mañana, porque no se esperan resultados importantes fuera de la banca (hoy presentan sus números Citi y Wells Fargo) hasta el jueves (o casi hasta el viernes, porque la mayoría de resultados importantes se harán públicos ya con el mercado estadounidense cerrado).
Pero esa sesión puede ser clave para darnos pistas sobre el corto plazo al menos en dos de los índices más representativos de Wall Street, como son el Dow y el Nasda. Esa jornada presentarán resultados Bank of America, IBM, Intel, American Express y Microsoft en el Dow Jones (los de General Electric llegarán un día después). En el Nasdaq 100, además de los de Microsoft e Intel, se conocerán los de Google. Un día antes eBay habrá dado alguna pista sobre el sector de internet (presenta resultados el día 18 al cierre).
Una suma de cifras que puede ayudar a que el mercado encuentre la 'chispa' para esa mecha que no acaba de prender; evidentemente, siempre que se batan las estimaciones. Porque, por ahora, el camino que están llevando las revisiones de beneficio no es el bueno.
Sólo han pasado 15 días desde que despidiéramos el 2011, pero las estimaciones de beneficio no acaban de mejorar. De hecho, los primeros resultados que se han conocido de ese año sólo han servido para que las estimaciones de beneficio empeoren ligeramente cuando se mira a las que nos tienen que servir ahora para valorar si la bolsa es atractiva o no: las de 2012.
Desde el 31 de diciembre, la previsión de beneficio del S&P 500 para este año se contrae un 0,28%; en tanto que el caso del Nasdaq 100 retrocede un 0,36%. O los próximos números ponen remedio a esa vuelta, o es probable que los alcistas se queden sin un importante aliado.