La confianza de los inversores en renta variable, entendida como la diferencia entre alcistas y bajistas, tiene mucho margen de caída. Y se acercan eventos que pueden contribuir a que profundice en esas pérdidas. O no.
La confianza de los inversores en renta variable, entendida como la diferencia entre alcistas y bajistas, tiene mucho margen de caída. Y se acercan eventos que pueden contribuir a que profundice en esas pérdidas. O no.
Hoy el mercado estará muy pendiente de las palabras de Ben Bernanke. El presidente de la Reserva Federal (Fed) comparecerá tras la reunión anual de Jackson Hole. Este tradicional encuentro veraniego de banqueros centrales no solía generar una excesiva expectación. Hasta que el año pasado Bernanke utilizó la rueda de prensa posterior para confirmar que habría QE2 y destacar los primeros esbozos de las entonces nuevas medidas de estímulo.
Con la discusión sobre un posible QE3 sobre la mesa, todas las miradas estarán puestas sobre el presidente de la Fed, y sus palabras serán desgranadas al milímetro en busca de pistas en este contexto tan incierto en lo económico y tan volátil en los mercados.
Sin duda, lo que diga se dejará sentir en los escenarios previstos: la cotización del dólar, los movimientos en el parqué americano... Pero también en los menos obvios. Y uno de ellos es la confianza de los inversores.
Después de las fuertes correcciones que hemos visto en el mes de agosto, una de los peores que se recuerda en las últimas décadas, podría parecer que esa 'fe' en el mercado está en mínimos. Nada más lejos de la realidad.
Si nos fijamos en el último informe de Investors Intelligence, que compara el porcentaje de inversores alcistas y bajistas que se mueven en el S&P 500, vemos que el balance a favor de los primeros se ha desplomado hasta el 7,6% esta semana, frente al más de 22% de la semana previa. Eso significa que las dudas sobre la economía global y la falta de consenso político están pasando factura a la confianza, y se aprecia una suerte de 'giro' a favor de los osos.
Sin embargo, aunque parezca que las cosas no pueden ir a peor, sí pueden hacerlo. Y, de hecho, la confianza de los inversores está muy lejos de tocar el suelo que llegó a establecer en marzo de 2009, cuando los bajistas superaban a los alcistas en un 20% en el S&P (ver gráfico).
"Lo que puede tener un mayor impacto en la confianza en este momento es que se produzca un evento tipo Lehman, algo relacionado con el riesgo sistémico, como una mala noticia sobre Bank of America o Goldman Sachs. O si no, algo más económico, como una recaída en recesión", señala Alain Galibert, consejero delegado de Ágora Asesores Financieros.
De momento, aunque no se puede descartar nada, a corto plazo no parece que vaya a suceder. Según este experto, estamos en "un momento que se parece mucho al escenario pre Lehman, aunque el mercado considera las diferencias". Por ahora, el anuncio de Warren Buffett de que invertirá 5.000 millones en Bank of America ha calmado momentáneamente las aguas.
Es normal que "los analistas aprovechen para suavizar su discurso en momentos de rebote y para analizar los factores que provocaron la corrección. Pero de momento nada ha cambiado. Quién sabe, a lo mejor Bernanke cambia el viernes la situación de fondo con sus palabras", apunta Galibert, que advierte pese a todo que los catalizadores del mercado bajista (el aumento de debates sobre la tendencia, la presión en los márgenes de las empresas a medio plazo o el aumento de riesgo sistémico, entre otros) aún no han desaparecido.