En tiempos de inestabilidad bursátil ni el sector farmacéutico sirve de refugio. El español ha visto mermadas sus expectativas de crecimiento por los recortes aprobados por el Gobierno.
Aunque el mercado se está alimentando de la posibilidad de una recesión global, ni siquiera los sectores que históricamente suelen ser defensivos están sirviendo todavía de sustento en mitad de la tendencia bajista. Entre ellos, se encuentra el farmacéutico, tocado además en el caso español, por el recorte del gasto sanitario, que continúa repercutiendo en las previsiones de beneficio a largo plazo.
El 22 de julio el Gobierno aprobó un recorte en el gasto farmacéutico de 2.400 millones de euros, basado en la obligación de prescribir por principio activo en lugar de por marca comercial, además de rebajar en un 15% el precio de los medicamentos con patentes que lleven más de 10 años en el mercado y no tengan genérico.
La gran afectada dentro del sector, según un informe emitido por Banco Sabadell, sería Almirall, ya que la práctica totalidad de sus ventas está afectada por una medida u otra, además de contar con un fuerte componente en I+D. La compañía ya estaba sufriendo fuertes revisiones a la baja en sus previsiones de beneficio neto para los próximos años, incluso antes de llevarse a cabo la medida.
Desde finales de febrero de este año, los recortes son muy pronunciados para el laboratorio farmacéutico, ya que los bancos de inversión preveían antes que para 2012 y 2013 la compañía obtendría 132 y 137 millones de euros respectivamente, mientras que ahora estiman que obtendrá 102 y 92 millones de euros, lo que supone un recorte para la compañía de 30 millones para el año próximo y de 45 millones de euros para el 2012, ascendiendo a un total de 75 millones de euros en caso de cumplirse las previsiones de la media de analistas (más de un 25% de su beneficio para los próximos dos ejercicios)
Tampoco se libra de las revisiones Rovi a pesar de tener una exposición inferior que Almirall, ya que el 55% de sus ventas son medicamentos con prescripción y un 30% fabricación para terceros. En este caso, los recortes los sufre la compañía desde finales de marzo y donde sufre mayor castigo es en este año y el próximo. Si bien los analistas preveían unas ganancias de 21 millones para este año y de 26 millones de euros para el próximo, las estimaciones actuales son de que obtendrá en caso de cumplirse las previsiones 15 y 20 millones respectivamente, lo que supone un coste de 12 millones de euros (un 25% de su beneficio para este año y el próximo).
Faes Farma tampoco se libra de los castigos, ya que un 90% de sus ventas las realiza en España. Además, según los analistas de Banco Sabadell, la medida aprobada el año pasado tuvo un coste de 9 millones de euros, un 20% de su beneficio operativo, compensando la reducción de ventas con las nuevas licencias de medicamentos.
Y este año podrían seguir los recortes, ya que, desde finales de marzo, son una práctica habitual por parte de la media de analistas. En este caso, sus resultados para este año y los dos próximos se ven afectados. Si bien el mercado preveía unas ganancias de 25 millones de euros para 2011 y que iban a aumentar progresivamente hasta los 33 millones en 2012 y 38 millones en 2013, las nuevas estimaciones manejan que tendrá que esperar hasta 2013 para obtener las ganancias de 25 millones. En total, la nueva medida se ha llevado por delante 29 millones de euros de sus estimaciones a largo plazo, o lo que es lo mismo, le ha costado un 30% del beneficio previsto hasta 2013.
En el caso de compañías como Grifols y Zeltia, estas medidas para reducir el gasto sanitario no les están afectando, a pesar de que esta última sí ha sufrido algún que otro recorte de previsiones. El impacto en Grifols será muy reducido puesto que realiza menos de un 10% de sus ventas en España, mientras que en Zeltia la mayor cantidad de sus productos son de muy reciente investigación.