Algunas medianas entidades europeas, entre ellas las españolas, cotizan por debajo de los mínimos de marzo de 2009. Si no son vapuleados por los 'test de estrés' algunos pueden ser una oportunidad por fundamentales.
Los meses de febrero y marzo de 2009 son recordados como una etapa de capitulación en el mercado: un compendio de sesiones en los que los inversores perdieron la esperanza en el mercado y se registraron ventas masivas, que llevaron a muchos valores a marcar mínimos incluso históricos.