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El año, salvo sorpresa, está cerrado

Cristina Triana / Maite López
24/12/2010 - 9:50

Con todas las dudas que tuvimos hace apenas unas semanas, las bolsas van camino de cerrar su mejor diciembre en una década. Pero faltan catalizadores a corto plazo.

No nos negará que el último mes y medio ha sido apasionante. Entre la crisis de la deuda periférica, que ha llegado a un acuerdo político que desde algunos ámbitos no se esperaba en la Unión Europea, y a la aprobación de las ventajas fiscales para todos los norteamericanos en Estados Unidos, el aspecto de algunos mercados ha virado de forma importante.

Ahí tiene a la bolsa. Ha salvado los muebles. Hace apenas unas pocas semanas el mercado se estaba jugando una vuelta atrás y, ahora, los principales índices norteamericanos cotizan en máximos, el Nasdaq incluso buscando sus niveles más altos desde 2007. En conjunto, si la semana que viene no lo estropea, puede ser el mejor diciembre en una década para la renta variable.

Así que al final hubo rally. Pero una subida que ahora es necesario digerir. No hay muchos catalizadores a la vista. Esta semana hemos visto presentar resultados adelantados a algunas compañías importantes, como Adobe, Nike, que nos ha dejado un sabor agridulce. La tecnología más que está cumpliendo (otra vez), pero la empresa de consumo no ha dado datos de ventas a futuro que hayan convencido. El castigo ha sido duro, para ella y para otras competidoras.

Hasta final de año nos quedan unas cuantas presentaciones de resultados, pero de empresas más pequeñas. Concretamente, difundirán sus cuentas alrededor de 60 compañías estadounidenses entre el 27 y el 30 de diciembre, se trata de valores de un tamaño muy reducido que ni siquiera incluye el S&P 500.

En cuanto a los datos macroeconómicos, vendrá la confianza del consumidor el martes, las peticiones iniciales de desempleo como cada semana el jueves, junto con el índice manufacturero de Chicago y pocas referencias relevantes más. Lo que igual deja a los índices en una situación similar a la actual. Es decir, sin que todos en Wall Street superen resistencias importantes, ni tampoco en España o la zona euro.

El fondo del mercado es alcista, aunque corrija

En cualquier caso, aunque se puedan producir correcciones, el aspecto de la bolsa es alcista. Y lo será incluso aunque haya una vuelta atrás. De hecho, lo mejor que nos ha dejado la volatilidad de los últimos meses son niveles muy claros. Según apunta Joan Cabrero, analista de Bolságora para Ecotrader, los alcistas mantendrán el control siempre y cuando el Ibex no pierda los 9.850 puntos.

Nosotros estamos cómodos con nuestra actual exposición a la bolsa global, que ronda el 75% en la cartera global. Y le seguimos proponiendo nombres propios de valores que pueden ser interesantes. Hemos incluido a la empresa de trabajo temporal holandesa Randstad en nuestra lista de recomendaciones y tenemos en el radar a otras como Cisco o Parmalat. En España, nos fijamos en Telefónica. En ella, y en cómo invertir en el sector de 'telecos' con ETF.

Sin embargo, a corto plazo, estamos sobre la pista de otros activos. De otros mercados que nos pueden dar pistas sobre el futuro de la renta variable o de las materias primas, que es otro activo al que estamos expuestos. Para nosotros, el crudo se encuentra en un momento clave, en el que puede despuntar o corregir. De hecho, para los inversores más agresivos hoy sugerimos un nuevo nivel de 'stop'.

¿Recuperación o especulación?

Lo que se esconde detrás de las subidas de las materias primas nos importa, y mucho. Están aceleradas incluso aunque el dólar se esté apreciando. Puede ser un indicio de confianza en la recuperación económica global o, bien, un acelerón fuerte que se puede traducir en una corrección posterior.

En esto China juega un papel clave y para algunos ella es la clave tando de futuros éxitos como derrotas en este tipo de activos. Se ha quedado algo tapado en los últimos días, pero el gigante anda luchando contra la inflación. Cómo repercutirá una subida de tipos en la economía del país e incluso, qué tal llevarán los emergentes una posible subida del dólar (que frenaría probablemente la entrada de capitales en sus mercados), todavía está por ver.

Y no se olvide del mercado de bonos. Que se hayan producido compras de estos activos los últimos días, no ha anulado las posibilidades de que las ventas reaparezcan y, con ellas, las subidas de las rentabilidades que tanto dolor de cabeza están dando a Europa, pero no solamente a ella. La intención de la Reserva Federal, con su plan de recompra de renta fija, es mantener los intereses bajos.

El bono a 10 años, a pesar de sus intervenciones, ha incrementado de forma importante su rentabilidad. Vaya, que para Estados Unidos la financiación de su enorme déficit (para el que no hay planes de recorte sobre la mesa) también se está encareciendo. Tendremos que ver si lo que el mercado está asimilando con ello es el éxito de la estrategia, que va a generar crecimiento, aunque también inflación. Ése sería el entorno más favorable para la bolsa.