última EstrategiaRecomiendo comprar para la cartera agresiva BERKELEY.
...Y la tecnología no dejó en la cuneta a los alcistas
Un vistazo a las bolsas mundialesLas leves pérdidas en Wall Street fueron aliviadas de nuevo por el impulso de la tecnología. El Nasdaq sigue fuerte, aunque Europa es otra historia.
Las ligeras pérdidas del Dow Jones en una sesión en que Europa también flojeó podrían dejar un mensaje más negativo, de no ser por el comportamiento del Nasdaq. De nuevo, al igual que en la jornada anterior, la tecnología volvió a ser la razón de ser de los alcistas y dejó buen sabor de boca.
No ocurrió lo mismo en Europa, donde lo más relevante no es que los principales índices cerrasen con descensos, sino la debilidad demostrada por el Ibex 35. El índice "desplegó un patrón en doble techo que sugiere necesidad de mayor caída", señala Carlos Doblado, analista de Bolságora para Ecotrader. "El principal índice nos dice que no espera nada bueno del más corto plazo", señala.
Más alejado de la cota importante de los 11.000 puntos, el Ibex se verá inevitablemente influido por los resultados de una de las compañías con más peso: Santander (SAN.MC). En España será la referencia de resultados más relevante, pero no en Europa, donde el EuroStoxx se enfrenta a una gran carga de anuncios por parte de sus compañías. En EEUU también será una jornada con cuentas importantes como las de Microsoft (MSFT.NQ) o Exxon (XOM.NY)Mobile.
Ventas en la mayor parte de los parqués, compras en el dólar y huida en renta fija. Esa fue la ecuación que generó ayer el hecho de que comenzasen a disminuir las expectativas en torno al nuevo plan de estímulo de la Fed, todavía por anunciar. Esa especulación permitió que el dólar se recuperase frente a la mayoría de grandes divisas. Una tendencia que no beneficia a nuestras estrategias sobre euro/dólar y dólar neozelandés/dólar estadounidense. La moneda única se aleja del nivel de los 1,40 dólares (ayer cerró a 1,378 dólares), dando en parte más motivos a los alcistas con el billete verde.
Mientras, la rentabilidad de los bonos estadounidenses se disparaba, después de que decidiésemos cerrar todas nuestras posiciones en deuda pública.