Las energías renovables son una piedra angular de la descarbonización, pero, en los últimos años, los problemas relacionados con cuellos de botella en permisos y/o la cadena de suministro les han pasado factura y restado visibilidad. Afortunadamente, las cosas están cambiando favorablemente para la visibilidad del sector y hay varias empresas en proceso de aumentar significativamente su capacidad en el corto plazo. No obstante, el mercado no parece compartir esta opinión y, en lo que llevamos de año, acumula un peor comportamiento que el EuroStoxx 600.
A pesar de la mejora de los fundamentales a lo largo del año, han concurrido factores que no han ayudado a su rendimiento en bolsa. Hablamos del precio del pool, donde la media de referencia española se sitúa en unos 89 euros por megavatio hora, un 47% menos que en 2022; de retrasos en el suministro de módulos en EEUU por la acumulaciones en las fronteras; de más subidas en los tipos de interés; o de temores a una posible escasez futura de materiales y/o mano de obra para poner en funcionamiento la numerosa capacidad que ha obtenido favorables permisos medioambientales recientemente.