Las últimas caídas han llevado a la cotización de Iberdrola a perder soportes que presentaba en la zona de los 10,50 euros, algo que es una clara señal de debilidad que abre la puerta a una más que probable caída en busca de probar de nuevo la solidez del soporte clave de los 10 euros, que es la clavicular o línea de confirmación de lo que podría ser un amplio patrón de giro bajista en forma de cabeza y hombros (HCH).