Las modificaciones en las recomendaciones del Ibex 35 están al orden del día. Un ejemplo de ello son los casos de Aena, Enagas, Endesa Red Eléctrica o Amadeus que han cambiando la opinión de muchos analistas que antes aconsejaban salir de su accionariado y, ahora, alientan a mantener sus títulos. Sin embargo, solo hay una firma dentro del selectivo español que en 2020 ha pasado de recibir un consejo de mantener a uno de compra y esa es, la consultora, Indra.
La multinacional, aunque no ajena a los efectos dañinos del coronavirus, ha conseguido el consejo favorable de la mayoría de expertos. Esta mejora se ha materializado a lo largo de la pandemia, ya que el pasado mes marzo consiguió su mejor recomendación desde verano de 2008.
Aunque haya sufrido un pequeño deterioro desde esas fechas, actualmente, cerca del 70% de los analistas que estudian el comportamiento de la firma de Alcobendas aconsejan comprar sus títulos. Asimismo, el consenso de mercado les concede a sus acciones un potencial alcista para dentro de doce meses de más del 30%.
Desde InterMoney también se unen a la opinión de ese 70%. Señalan que "a pesar de su EBIT (beneficio antes de intereses e impuestos) del primer trimestre por debajo de lo esperado y la posibilidad de mayores caídas en el ejercicio de 2020, reiteran su recomendación de compra". Según estos analistas "los impactos del Covid-19 no son estructurales, quedando intacta la historia y largo plazo de la compañía". Concluyen afirmando que "el flujo de noticias sobre su programa FCAS (una coordinación industial de empresas para la creación de un futuro avión de combate europeo) debería ayudar a la compañía a converger con referencias de valoración más normales".
Los expertos de JP Morgan son más cautos a la hora de recomendar a Indra y, por ahora, se mantienen neutrales. Sin embargo, destacan que "la española parece estar en mejor forma que hace unos años". Con todo, aclaran que "la crisis del coronavirus se traduce en nuevos retos para la consultora sobre todo en el negocio de transporte y defensa y en un menor grado en la rama tecnológica". Y, al igual que muchas compañías, depende de la vuelta a la normalidad.
En donde los cimientos de Indra si que sufrieron más, son con las previsiones de beneficio neto para 2020. Los estragos del parón mundial han obligado a que los analistas reduzcan las estimaciones hechas en el mes de enero en más de un 40%. De tal manera que se espera que se quede a la puertas de los 100 millones de euros, alcanzando su peor resultado desde 2016.
Sin embargo, el futuro parece más amable para la compañía. Los expertos recogidos por FactSet pronostican que en 2021 alcanzará los 130 millones de euros en ganancias netas. De cumplirse este potencial resultado, la consultora española mejoraría su resultado de 2019 donde alcanzo la cifra de los 121 millones de euros.
En donde el camino parece ser más pedregoso es en el mercado de valores. Indra no ha sido capaz de encontrar la forma de recobrar los niveles en bolsa que sostenía previos a la crisis. De hecho, se sigue alejando más de un 30% de las posiciones que mantenía el 19 de febrero, día en el que los índices europeos comenzaron a notar las primeras grandes caídas, debido al agravamiento de la pandemia en suelo europeo.
La eléctrica española podría seguir el mismo camino que Indra, ya que está muy próxima a la recomendación de compra, algo que no conseguía desde junio de 2019. Además, destaca por ser una de las tres empresas del Ibex 35 a la que los analistas le han mejorado las previsiones de beneficio neto para este año, con respecto a lo esperado en enero. Actualmente, se estima que sobrepase los 3.700 millones de euros en 2020.