En términos de mercado, 2020 será recordado durante mucho tiempo por las caídas a plomo que ha experimentado la renta variable. Y, aunque han sido generalizadas a lo largo del globo, no han afectado a todos los mercados por igual. Una diferencia que se hace más palpable tras el rebote que está viviendo los diferentes índices desde los mínimos que tocaron en marzo.
A este respecto, la brecha entre Europa y Estados Unidos está volviendo a agrandarse. Si en los momentos más duros del ya conocido como covidcrash el Stoxx 600 y el S&P 500 iban parejos en lo que a caída en el año se refiere, la diferencia entre ambos selectivos ya se ha abierto hasta los 8,5 puntos porcentuales (no era tan elevada desde hace un mes). Así, mientras el índice del Viejo Continente se deja más de un 22%, el norteamericano acumula un descenso cercano al 13%.
Teniendo en cuenta que antes de la crisis Wall Street ya estaba en máximos históricos, lo que haría pensar que el alivio de la sobrecompra pudiese penalizarlo más, ¿por qué está consiguiendo recuperar más terreno que Europa? La confianza en ambos territorios no es la misma.
"La economía estadounidense es más flexible que las europeas y los inversores suponen que se va a poder recuperar antes de esta crisis. Además, las medidas adoptadas por la Reserva Federal (Fed) y por el Congreso estadounidense han sido más rápidas y contundentes", indica Juan José Fernández-Figares", de Link Securities.
Mientras el Stoxx 600 se deja casi un 20%, el S&P 500 acumula un descenso cercano al 12%
De hecho, en Europa todavía no se ha llegado a un consenso. Si bien el pasado jueves el Eurogrupo anunció que había alcanzado un acuerdo de mínimos para desbloquear más de 500.000 millones de euros, el posible plan de recuperación que se debatirá en los próximos días es lo que hace saltar chispas, sobre todo en el apartado de cómo financiarlo.
A este respecto, si los analistas de Bank of America Merryll Lynch ya habían criticado en una nota que todo el paquete económico preparado por Europa no es "suficiente en tamaño y diseño para hacer frente al daño que está generando el choque coronavirus", Pimco también ha dado su opinión.
Nicola Mai, analista de crédito soberano de la gestora, opina que "el tamaño nominal de 540.000 millones de euros anunciado por los ministros de finanzas de la zona del euro la semana pasada suena impresionante. Pero los detalles sugieren que es insuficiente y deja la carga de la gestión de la crisis en manos de los gobiernos nacionales y el Banco Central Europeo (BCE)". El propio organismo sorprendió por la tibieza de sus primeras medidas, anunciadas el 12 de marzo.
"La celeridad para tomar decisiones es algo a lo que nos ha acostumbrado la Fed, en contraposición con el BCE, que ha tendido a actuar después del organismo estadounidense. Además, el Gobierno de Estados Unidos no dudó en trazar un programa de estímulos de más de 2 billones de dólares, superando con creces a los programas que se dieron en la crisis de 2008", indica Andrés Aragonés, de Singular Bank. El experto, además, señala que "nos encontramos en año electoral, y es poco probable que Donald Trump quiera llegar a noviembre con los mercados bursátiles lejos de máximos históricos".
Asimismo, Aragonés recuerda que el sector que más pesa en Estados Unidos es el tecnológico, mientras que en Europa predominan sectores como los bancos, consumo discrecional e industrial, que están siendo más penalizados. De hecho, entre las firmas más alcistas del S&P este año hay varias tecnológicas como Citrix Systems, Netflix o Amazon, que se apuntan más de un 20%.
"La celeridad para tomar decisiones es algo a lo que nos ha acostumbrado la Reserva Federal, en contraposición con el Banco Central Europeo"
Respecto a Europa, Miguel Martín, de CMC Markets, remarca como motivos para esa brecha "la tensión dentro de la UE entre distintos países (norte-sur), hay más contagios, la gestión no está siendo eficiente en algunos países, la economía está más parada aquí que allí...".
En este contexto, el mayor temor de los gestores es que haya una segunda oleada del coronavirus, como revela la encuesta global de marzo de Bank of America. Fruto de esta visión, la liquidez media de las carteras se ha disparado hasta el 5,9%, el nivel más alto desde los ataques terroristas del 11-S de 2001.
Entre los gestores, predomina la predilección por la renta variable norteamericana, después de cinco meses en los que los mercados emergentes eran los favoritos. Por el contrario, las compañías de valor y las europeas se sitúan entre las que menos entusiasmo despiertan.