Si la rápida propagación del coronavirus por el planeta y su impacto para la economía mundial dejaron la semana pasada a las bolsas de Europa tiritando al verse seriamente lastradas por la falta de interés comprador, la guerra abierta entre Arabia Saudí y Rusia en las últimas horas , amenaza con dar la puntilla a un mercado alcista vigente en EEUU desde 2009.
La batalla abierta entre los dos principales productores de petróleo del mundo ha abierto un nuevo foco de preocupación en el mercado al provocar que el precio del barril de crudo se desplomara más de un 30% durante algunos momentos de la sesión, algo que abocó de manera irremediable a que los principales selectivos bursátiles de Europa a caídas que llegaron a rondar el 9% en una sesión sin precedentes en el mercado oriental desde el Brexit.
Las caídas del lunes en las bolsas europeas han llevado al Dax 30 alemán a perder claramente el soporte que presentaba en los 11.250 puntos. "Un comportamiento que sugiere la posibilidad de que la principal referencia alemana podría dirigirse a poner a prueba la solidez de soportes de largo plazo como son los mínimos que marcó el año 2018 en los 10.280 puntos, que junto con el soporte psicológico de los 10.000 enteros es la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista de cara a los próximos meses y años". Así lo afirma Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, quien advierte de que la cesión de estos niveles abriría la puerta a un contexto bajista de caídas de al menos un 25%.
Sin embargo, como en los momentos decisivos de mercado, todas las miradas están ahora puestas en Wall Street, que a la postre siempre acaba reivindicándose como el director más certero del mercado de renta variable.
"Si atendemos al comportamiento del S&P 500, encuentra su nivel de soporte en los 2.700-2.730 puntos, que es el soporte cuya cesión nos advertiría de que no estamos ante una simple corrección en tendencia sino antes algo más bajista que podría llevar a Wall Street a buscar los mínimos de 2018, lo que daría un margen de caída del 15%", afirma Cabrero.
Se trata de un nivel clave cuya cesión pondría en cuestión la tendencia de la última década. "Si ese soporte cae sí habría que vender bolsa, porque cabría esperar caídas adicionales del 15%", asegura Cabrero que advierte que hacerlo antes sería "un despropósito" (ver información anexa).
Por eso, la pérdida de soportes en EEUU supondría poner punto y final a un mercado alcista. "La fotografía sería bajista y entonces la estrategia invitaría a esperar un rebote para deshacer posiciones y acumular munición para cuando sea más adecuado volver a bolsa", explica Cabrero.
En este sentido, una hipotética agudización de las caídas en las próximas sesiones que acarree la cesión de los 2.700-2.730 puntos del selectivo que reúne a las compañías más grandes de Estados Unidos implicaría una vuelta del Dax alemán a la zona de 10.280-10.000 puntos, es decir a tocar los mínimos marcados en 2018
"Y esa zona es la que, precisamente, separa un escenario alcista de largo plazo de uno bajista que abriría la puerta a una caída adicional del 25% en las principales bolsas del Viejo Continente", analiza el director de estrategia de elEconomista.
Operativamente, no es momento de deshacer posiciones. En el caso de que no se cedan los 2.700-2.730 del S&P 500, se podrá optar por rebajar la exposición a bolsa de una manera testimonial en cuanto haya un ligero rebote. Por contra, en el caso de que sean cedidos, la reducción de exposición sería más drástica y se podría barajar incluso, la opción de utilizar vehículos que permitan la apertura de coberturas.