El próximo lunes se cumplirán tres meses del fatídico accidente del Boeing 737 MAX 8 en Etiopía. Desde entonces, los problemas para el fabricante estadounidense han sido continuos pese a que todavía no hay una resolución oficial de la investigación en torno al incidente.
Aunque, según informaba hace unos días el Wall Street Journal, las autoridades estadounidenses están apuntando a que la causa del accidente pudo ser el impacto de un pájaro, lo cierto es que desde el mismo se han suspendido los vuelos de este modelo de aeronave, además de cancelado varios contratos de venta con aerolíneas, como las de la azerbayana AZAL.
Estas turbulencias han pesado en la cotización de la compañía, que desde entonces cae casi un 14% frente al 5% que se anota su principal rival, Airbus. Es decir, se ha abierto una diferencia cercana a los 20 puntos porcentuales desde el 10 de marzo. Esta brecha aumenta hasta los 35 puntos si se atiende a la evolución de ambas compañías desde que comenzó el año. No obstante, Boeing sigue casi doblando en tamaño a la francesa por capitalización bursátil.