Este trimestre, la temporada de resultados en EEUU no servirá para alimentar el apetito inversor de los alcistas en Wall Street. La tradición de ver en el periodo de publicación de cuentas trimestrales un catalizador para incrementar posiciones en bolsa (a tenor de unas cifras que sustentarían un mayor crecimiento del precio de sus acciones), ha dejado paso a una tendencia radicalmente opuesta.
La temporada de resultados se presenta en las últimas fechas como un examen para el mercado que ve como una amenaza a su impecable tendencia alcista unas cuentas que o no alcanzan las previsiones de los expertos o reflejan un crecimiento exiguo de sus ganancias respecto a los trimestres anteriores. En esta ocasión en particular se trata de la segunda opción.