Tal y como lo atestiguan los principios básicos de micro y macroeconomía -que suelen hacer una continua alusión a Adam Smith, el padre del capitalismo-, en una situación de libre mercado, la competencia entre los principales protagonistas de los sectores que lo componen es fundamental para su óptimo funcionamiento.
En su obra La riqueza de las naciones, Smith señalaba que la mejor regulación de la economía es la que efectúa "la mano invisible del mercado", en clara referencia a la competencia en las empresas. "La competitividad entre ellas [las compañías] es el sistema que mejor sirve a las necesidades de la sociedad", aseguraba.