El fin de la tregua arancelaria entre China y Estados Unidos se acerca y después de dos rondas de negociaciones, los máximos mandatarios de ambas potencias se verán las caras a finales de mes para, presumiblemente, cerrar un acuerdo comercial.
No obstante, este aparente optimismo contrasta con uno de los indicadores comerciales más socorridos: el Baltic Dry Index o Índice Báltico Seco, que perdió durante el mes de enero casi un 48% de su puntuación hasta caer a mínimos no vistos desde agosto de 2016 en la zona de los 650 puntos.