En ocasiones, el mercado da la sensación de no tener dobleces. Indescifrables en muchos momentos, este viernes, las bolsas admitieron sin remilgos su mayor preocupación: la guerra comercial. Y, ante el nuevo y esperanzador acercamiento de posturas de las dos grandes potencias económicas respecto al conflicto comercial que tiene en vilo al mundo desde el año pasado, respondieron como si telegrafiaran un anhelo. El Ibex 35 terminó la semana con una subida del 2,16%, el Dax 30 alemán firmó un repunte del 2,92% y, en Wall Street, el Nasdaq 100 y el S&P 500 ascendían un 3 y un 2,75%, respectivamente, con la última sesión a unas pocas horas de finalizar. Se trata del cuarto estirón semanal consecutivo para la mayoría de los índices de uno y de otro lado del Atlántico. El cuarto impulso de un rebote que comenzó en los mínimos de Nochebuena y que en el caso de la referencia española encuentra su primer escollo técnico en los 9.265/9.400 puntos, zona de cuya parte baja se encuentra a un 2%.
"Son muchos los que buscan el techo de esta reacción, pero lo que hay que mirar son los niveles que deben superarse para poder pensar en un rebote más amplio, que para el Ibex 35 se encuentran en los 9.260/9.400 puntos y en el EuroStoxx 50 en los 3.210/3.263 enteros -hasta los que existe una distancia del 2,5%-", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Pisar ese terreno en próximos días, algo inimaginable hace un mes y "que podría llevar al índice español hasta los 10.075/10.200 puntos", según continúa el analista del portal de estrategias de inversión de elEconomista, dependerá de cómo evolucionen las negociaciones entre Estados Unidos y China sobre la guerra arancelaria.
Europa amaneció el viernes con la noticia de que de que la potencia norteamericana podría reconsiderar el aumento de los impuestos a los productos chinos de importación. "Hasta el Wall Street Journal llegó a publicar que existía una propuesta en ese sentido por parte del Secretario de Tesoro, algo que posteriormente la Administración norteamericana desmintió", recuerda José Ignacio Crespo, economista y asesor del fondo Multiciclos Global de Renta 4. Pero es que el despertar de las bolsas estadounidenses fue incluso más dulce: Bloomberg desvelaba que el gigante asiático esta dispuesto a incrementar paulatinamente las importaciones de Estados Unidos para reducir su superávit comercial hasta llegar al equilibrio en 2024. Los expertos citados por la agencia de información económica explican que no es la primera vez que China realiza un movimiento similar y desconfían "de que tal oferta ahora tenga una mayor probabilidad de éxito" o incluso de "si es factible". Ambos contendientes celebrarán a finales de este mes, entre los días 30 y 31 de enero, una segunda ronda de negociaciones en el marco de la tregua en la que se encuentran.
En Europa, el mejor contexto comercial coincidió con la recuperación del sector financiero tras las grises jornadas previas, marcadas por el profit warning de Société Générale y la desconfianza hacia la industria mostrada desde ciertas casas de análisis. Eso sí, el mejor valor del Ibex fue Ence -repunta un 15% en 2019-. El Brexit sigue siendo, irremediablemente, el mayor lastre del Viejo Continente. El emponzoñamiento del proceso de desconexión de Reino Unido y la Unión Europea se asume con resignación en las bolsas, pese a desconocerse la deriva que acabará tomando y, lo que es más importante, las consecuencias. Hasta comienza a tomar cuerpo la posibilidad de un segundo referéndum.
El petróleo sumó su tercera semana consecutiva al alza, acompañando a los índices, y el futuro que cotiza sobre el barril de Brent, de referencia en Europa, alcanzó los 62,5 dólares. Mientras, el euro cerró por debajo de los 1,14 dólares, tras depreciarse un casi un 1% en la semana y ya pierde un 1,6% desde máximos de 2019.